La pesadilla de una negligencia causada por menores que lanzaron petardos junto a la zona forestal de Barx acabó en la tarde de ayer con el resultado de 266 hectáreas de suelo forestal quemadas y casi 300 personas desalojadas.

Tras una noche de tensión por la cercanía del fuego a las viviendas, hicieron falta apenas cuatro horas desde la salida del sol para poder acotar un perímetro y apagar todas las llamas de su interior. Una decenas de aeronaves, entre ellas dos enormes hidroaviones enviados por el Ministerio de Medio Ambiente, hicieron su trabajo de forma eficaz pese al fortísimo viento que reinaba en la zona, y lograron evitar daños en el mar de antenas que puebla la cima del Mondúber.

Antes de eso, la noche fue muy larga. El enorme despliegue de brigadas forestales, bomberos, protección civil y fuezas de seguridad luchó incansablemente en los dos frentes del incendio generado a las cinco de la tarde del domingo en Barx. El primer frente, al sur, estaba junto a la urbanización la Drova de Barx, que tuvo que ser desalojada entre las 2 y las 5 de la madrugada por un cambio de viento que amenazaba las casas. El segundo combate contra el fuego, al norte, fue en les Foies de Simat, otra urbanización desalojada desde las 7 de la tarde del domingo ante el temor de que su única vía de acceso fuera invadida por el fuego y sus residentes quedaran atrapados.

En ambos frentes la lucha dio el resultado esperado: pese a haberse quemado decenas de hectáreas de matorral, el fuego no llegó a ninguna vivienda. En esas duras tareas un brigadista sufrió una torcedura de tobillo.

Salvado todo eso, lo peor es que de las 266 hectáreas, repartidas entre los términos de Barx, Simat, Xeresa, Xeraco y Benifairó, la mayoría ya fueron arrasadas en el incendio de 2006 que, también por una negligencia, se llevó por delante 1.900 hectáreas en el mayor siniestro que se recuerda en esta zona. Precisamente por eso expertos forestales que se encontraban a primera hora de la mañana de ayer en el puesto de control de incendio, en Barx, señalaban a Levante-EMV que, desde el punto de vista ambiental, este nuevo incendio es fatal para la zona porque ha quemado la vegetación que se ha regenerado de forma espontánea en los últimos 7 años. "Ahora el rebrote será más difícil", indicaban. En 2002 también hubo otro incendio en la zona de la Drova que ayer fue arrasada.

Durante la mañana de ayer el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, mantuvo varios encuentros con los alcaldes de los municipios afectados y decretó que los desalojados pudiesen regresar a sus viviendas, excepto las de la zona de les Foies. Varias brigadas han quedado en la zona durante toda esta noche, más aún ante la fuerza del viento de poniente que seguía azotando todo ese espacio.