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El incendio forestal de Andilla, que se inició el 29 de junio a las 16.37 horas, arrasó finalmente 24.951,26 hectáreas en nueve términos municipales. Son datos oficiales obtenidos por el Institut Cartogràfic Valencià (ICV) gracias a la colaboración con el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), que realizó dos vuelos sobre las zonas afectadas por los incendios del pasado verano, apenas dos semanas después de los graves siniestros. De esta manera se ha conseguido la radiografía exacta de la magnitud de la catástrofe que es de vital importancia conocer a efectos de restauración ambiental, tramitación de ayudas y trabajos de recuperación.

Al conocer los datos de Andilla (24.951,26 hectáreas afectadas) y sumarlos a las obtenidas por el mismo Institut Cartogràfic del incendio de Cortes de Pallás (31.568,26 hectáreas) se confirma el elevado impacto de ambos incendios que afectaron exactamente a 56.519,52 hectáreas de suelo en 22 términos municipales.

En el caso del fuego iniciado en el kilómetro 5 de la carretera de Villar del Arzobispo a Alcublas, en término de Andilla, los términos municipales afectados fueron nueve: Alcublas, Altura, Andilla, Bejís, Jérica, Llíria, Sacañet, Teresa y Viver. La peor parte se la llevó Alcublas, que quedó en el centro del incendio y rodeada por el fuego, como se puede observar en la ortofoto facilitada por el Cartogràfic. El 100 % del término municipal de Alcublas se vio envuelto por las llamas que afectaron a 43,5 kilómetros cuadrados (sólo se salvaron las zonas urbanizadas).

En los casos de Andilla y Altura, al poseer términos municipales con más extensión, la afección fue menor en porcentaje pero superior a la zona calcinada en Alcublas. En Andilla se quemó una superficie de 59,2 km2 de una superficie total de 142,8 kilómetros (el 41,5 % del territorio municipal). En Altura, de los 129,6 km2 de territorio el fuego arrasó 57,4 km2, el 44,3 % del territorio.

En otras poblaciones afectadas, como Teresa y Sacañet, al ser más pequeños, el fuego «solo» se extendió por 13,8 y 20,2 km2, respectivamente, aunque a nivel local esta afección supuso un desastre porque afectó al 69,5 y el 66,2 % del territorio de ambos municipios, respectivamente.

A partir de las imágenes obtenidas en los vuelos (que Levante-EMV ya adelantó el 8 de julio y el 9 de septiembre de 2012), el ICV ha colaborado con Laboratorio de Observación de la Tierra de la Universitat de Valencia para cruzar la información obtenida en el vuelo con los datos del catastro (que ya se han incorporado a la web del Terrasit) y el SioSe (sistema de información sobre ocupación del suelo español) que permite conocer los usos del suelo afectado por los incendios.

De esta manera la Conselleria de Medio Ambiente que dirige Isabel Bonig, de quien depende el ICV, ha podido saber con exactitud que la superficie de arbolado forestal es la más cuantiosa y afectada (5.998 hectáreas, el 24 % del total), seguida de los pastizales (5.900 hectáreas, el 23,6 %), las zonas de matorral (9.377 hectáreas, el 37,6 %) y las zonas de cultivos (3.467 hectáreas, el 13,9 %) que incluyen tanto los árboles frutales como olivares, viñedos y cultivos herbáceos.

Por último, el director del Institut Cartogràfic, Emilio Forcén, recuerda que sobre la ortofoto del incendio en la web del Terrasit se puede «cargar» o sobreimprimir la información oficial del catastro sobre la ortofoto del incendio, lo que permite comprobar si una parcela se vio afectada y en qué proporción. Una información valiosa a la hora de tramitar las ayudas que gestionan los ayuntamientos y la Conselleria de Gobernación.