La muerte de un vigilante en un campo de naranjos en Cheste el pasado domingo ha puesto al descubierto el verdadero drama que sufre el sector agrario, y que bien conocen los agricultores de Castelló.

Hace apenas un mes, los horticultores de Benicarló empezaron su particular lucha con patrullas nocturnas, una medida que se intentó en Almenara hace un año después de registrar una oleada de robos, especialmente en los pozos y motores de riego. Finalmente, en el caso de Almenara se desistió de la iniciativa. A estas medidas se suma la vigilancia de la Guardia Civil, la Policía Local, las Guarderías Rurales y la Policía Autonómica que parece insuficiente.

La realidad es que los agricultores son las víctimas más vulnerables en estos casos en los que, además de pérdida de la cosecha, tienen que hacer frente al coste de los destrozos. No obstante, según los últimos datos, en los dos últimos años la Policía Autonómica ha retenido 142 toneladas de fruta, lo que apenas supone el 0,01 por ciento de la producción total en la provincia de Castelló.

Pero ello no quita que los labradores sigan indignados. En lo que va de año se han efectuado alrededor de trece detenciones por hurtos en las localidades de Burriana, Nules y la Vall d’Uixó, principalmente. El más flagrante fue el sucedido en las partida vallera de la Rambleta donde los ladrones forzaron las puertas de las casetas, arrancaron instalaciones de riego enteras, reventaron contadores e incluso se dedicaron a hacer pintadas nazis. Los destrozos, perpetrados en apenas unas semanas, se valoraron en más de 30.000 euros.

La Guardia Civil inició en 2009 una investigación que se saldó con tres detenidos acusados de 140 hurtos en varios pueblos y causar daños valorados en 90.000 euros. Otro de los hurtos más destacados fue el ocurrido en Burriana donde la Policía Local consiguió retener a cuatro búlgaros que consiguieron sustraer más de 800 kilos de naranjas. En Nules, la Policía Local detuvo en enero a tres personas de origen pakistaní cuando robaban cítricos.

Los agricultores de Almassora, por su parte, han destinado 36.000 euros a la instalación de alarmas en 50 de las 150 casetas de riego del término municipal.