La exposición objeto de controversia contó con los parabienes del presidente Fabra."Esta exposición que conmemora el 30 aniversario del Estatut nos muestra un buen número de páginas brillantes de nuestra historia y nos anima a adentrarnos en la realidad de la Comunitat desde una nueva perspectiva, la que nos ofrece un texto legal que ha propiciado el desarrollo de una sociedad de la que nos sentimos plenamente orgullosos". Con estas palabras, el jefe del Consell anima en el prólogo a los valencianos para que conozcan el trabajo de la Universitat de Alicante. "Espero -añade Fabra- que sean muchas las personas que, a través de sus contenidos, conozcan mejor esa apasionante encrucijada histórica que hace treinta años recorrió este territorio y sus gentes y desde la que emprendió un itinerario que llega hasta nuestros días y se prolonga con pasos firmes hacia el futuro".

La polémica que se generó ayer en las Corts pilló desprevenido a los inquilinos del Palau de la Generalitat. Fabra tenía en agenda acudir a las Corts, primero para someterse a la sesión de control y, después, para participar en el acto institucional de la entrega de los premios Francesc de Vinatea. No estaba previsto que acudiera a la inauguración de la exposición, lo que le ahorró el trago de tener que presenciar la bronca. Advertida de lo ocurrido, Presidencia de la Generalitat trató de apagar el incendio.

Fuentes de la Generalitat explicaron que hace aproximadamente un año la Universitat de Alicante cursó una solicitud para contar en la publicación con un saluda del presidente. La petición se atendió como, matizaron, se atienden otras muchas. Nada menos que 300 en el último año. Esta en concreto, procedía de la Universitat, estaba subvencionada por el propio Consell y, además, su motivo era el aniversario del Estatut. No existía, pues, motivo alguno para oponerse. Las mismas fuentes precisaron que no vieron el contenido hasta que éste no estuvo terminado. Fuentes de la Universidad indicaron que remitieron un pdf al Presidencia y que ésta dio el visto bueno y sólo pidió cambiar una foto de la contraportada. De hecho, el Consell trató ayer de quitar hierro a la polémica. "Es una muestra de la Universitat de una época determinada", indicaron las citadas fuentes que, no obstante, dijeron entender que haya algunos diputados que puedan haberse sentido molestos. Eso sí, desde Presidencia se dejó claro que la decisión de acoger la exposición era de la Cámara y que ésta conocía su contenido previamente.

Así las cosas la exigencia del PP de retirar inmediatamente la muestra no contará con el respaldo de Fabra, quien ayer se mantuvo al margen y no está por la labor de hacer más gorda la polémica. El Palau no presionará a Cotino, aunque está a la expectativa de cómo evoluciona la controversia.