El debate sobre la presencia de veterinarios en los festejos taurinos callejeros ha revolucionado al mundo de los "bous al carrer". La Conselleria de Agricultura quiere que los toros cerriles que tras cada acto son enviados al matadero sean revisados por un especialista antes del traslado, que debe expedir el correspondiente documento acreditativo (conocido como guía) que atestigüe el buen estado del astado. Cada año, cerca de 1.000 animales de este tipo participan en los más de 6.000 encierros organizados a lo largo y ancho de la C. Valenciana.

Hasta esta temporada, solamente se expedía una única guía en el lugar de origen del animal, que valía durante cinco días. Ahora las cosas han cambiado. En un encierro organizado el pasado mes de abril en la Llosa de Ranes, el Consell obligó a los organizadores a contratar a un veterinario que expidiera un segundo permiso tras el festejo. Las peñas y aficionados apuntan que se trata de un gasto añadido y rechazan la nueva disposición de la conselleria de Agricultura.

"No vamos a dejar que los veterinarios entren en los festejos de los bous al carrer", así de tajante se mostró ayer Juan Carlos Paricio, presidente de la Asociació en Defensa de las Tradicions del Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana. Paricio participó el pasado 30 de mayo en una reunión con portavoces de Agricultura para acercar posturas. Ayer atendió a Levante-EMV y no dudó en asegurar: "Los veterinarios llevan mucho tiempo queriendo meter la mano en la fiesta, es casi una reivindicación historia de este colectivo. Su persistencia los desacredita. Los tribunales nos dieron la razón hace años y ahora no dudaremos en defender nuestros intereses otra vez. Espero que la próxima reunión con Agricultura sea la última y se deje de dar vueltas a este tema".

180 euros por revisión

La entidad cifra el desembolso por animal examinado entorno a los 180 euros. Así, la revisión de los 1.000 toros cerriles utilizados al año supondría un gasto global de 180.000 euros. El portavoz de los aficionados comentó que "es una dificultad más en un periodo de crisis como el actual. Organizar un festejo supone unos gastos que ya son altos y que no dudamos en cubrir. No entendemos a que viene esta novedad ahora". Los argumentos de Paricio no son compartidos por Francisco Miguel Beltrán, presidente del Colegio de Veterinario de Valencia.

El portavoz de los facultativos explicó que "si en todos los festejos hubiera un especialista seguro que se minimizaría la cifra de nueve reses muertas registrada durante el año pasado. Quizá, no habría que lamentar ningún suceso de este tipo".

A su vez, recordó que "lo único que se está haciendo es aplicar la legislación vigente. La Comunitat Valenciana es la única autonomía en la que se organizan este tipo de festejos y no es obligatoria la presencia de un veterinario. En algunas zonas asisten hasta dos especialistas en cada acto".