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Los rituales recomendados a José Laparra por la pitonisa de Magallón (Zaragoza) obligaban al expresidente del CD Castellón a poner unas flores en agua durante cuarenta días y a lavarse después con ella, según publica el periódico Heraldo de Aragón. Después, y según las mismas fuentes, debía recoger tierra de un cementerio y frotarse el cuerpo con ella, procedimiento que finalmente no dio los frutos que esperaba el empresario, quien al no lograr sus fines trató de recuperar sin éxito el dinero que había entregado.

José Laparra, de 46 años, fue presidente del CD Castellón entre el verano de 2005 y febrero de 2011, cuando dejó el cargo debido a los problemas de salud que arrastra. Ya en aquel tiempo, cuando ostentaba la presidencia albinegra, mostró su afición por los videntes al invitar al televisivo Rappel al palco del Castalia.

En noviembre de 2012, junto con otros exdirigentes del club, fue imputado por un delito societario en el CD Castellón, por supuesta opacidad en el manejo de la cuentas de la entidad deportiva, causa por la que está previsto que declare el lunes en Castelló. A él y a los otros tres imputados se les acusa de desviar entre 5 y 6 millones del club.

Además, Laparra posee varias empresas relacionadas con la hostelería y la atención geriátrica, los viajes e incluso los negocios inmobiliarios.