Si hay algo en que los populares valencianos coinciden es que Fabra no lo tendrá fácil a la hora de desembarazarse de Blasco. La mayoría de los diputados y cargos consultados coinciden en que el veterano político no dejará el escaño. Hay quien opina incluso que si se ve muy presionado acabe aireando información comprometida para el Consell. Blasco lleva lustros trabajando para la Generalitat. Ha pasado por numerosos departamentos y ha estado en la pomada de importantes decisiones. Existe una leyenda negra sobre la información comprometedora que podría manejar.

Temor a airear papeles

Fuentes solventes aseguraban ayer a este diario que el exconseller ya se está moviendo en estes sentido. Las mismas fuentes indicaban que el pasado lunes, Blasco se plantó en el Palau de la Generalitat y mantuvo una bronca reunión con el presidente. Se siente atacado por sus propios compañeros y cree que Presidencia está filtrando información del caso.

Sea como fuera, ayer Fabra no pareció intimidado por las posibles maniobras del exsíndic. Ahora bien, todavía está por ver cómo Fabra gestionará esta crisis. De momento, el primer paso, según fuentes del PP, será la suspensión cautelar de militancia. En principio, los nuevos estatutos del PP no afectan a Blasco porque los hechos que se le acusan fueron anteriores al congreso nacional del PP en el que se aprobaron. Ahora bien, el tiene abierto ya, según el propio PPCV, un expediente informativo, conforme el nuevo código popular. El procesamiento supone que el expediente pase a ser disciplinario y es esta fase en la que el PPCV estudia aplicarle medias cautelares, básicamente la suspesión provisional de militancia. No falta razón a quien apunta que si Fabra fuerza su salida del grupo de las Corts antes de la sentencia estaría marcando el camino para futuros imputados procesados, por ejemplo, los del caso Gürtel. Una situación peligrosa porque se perdería la mayoría absoluta si todos pasaron al grupo de no adscritos. Con todo, hay una diferencia, sustancial entre unos casos y otros. Respecto a Gürtel, el Consell defiende a los imputados; en el caso Blasco, el propio Consell sería su acusador.