La Universitat de València (UV) estudiará caso por caso los cerca de 9.000 alumnos a los que el Ministerio de Educación ha denegado la beca y que tenían la matrícula suspendida de pago para ver cuántos de ellos pueden hacer frente a la misma y cuántos no. El rector de la UV, Esteban Morcillo, ha reiterado su compromiso de principio de curso, expresado a través de Levante-EMV de que ningún estudiante perderá la matrícula por motivos económicos sobrevenidos.

La UV se encuentra ahora con una patata caliente. Por una parte, como indican fuentes de la universidad, la institución tiene que exigir, como empezó a hacer durante el día de ayer, el pago de la matrícula, aunque luego vaya a estudiar todos los casos por separado, y por la otra, se encuentra con una comunidad estudiantil que ayer ya criticó que se estén reclamando los pagos.

Es el caso del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), que ayer criticó que al conocerse las becas denegadas "comenzaron las llamadas por teléfono para reclamar el importe íntegro de las matrículas en 20 días". Si no ocurre así, indica el SEPC, "te echan de la universidad". Además, la organización estudiantil critica que algunas secretarías, "como la de Derecho", están acortando el plazo en una semana y apenas dan 14 días. "Lo tenemos claro, no permitiremos la expulsión de ningún estudiante de la UV", asegura el SEPC.

En ese punto coinciden con la propia universidad. Fuentes de la entidad indicaron ayer que de todo el presupuesto para este año, la única partida que ha subido y se ha multiplicado hasta por cuatro es la destinada a abonar las tasas de alumnos a los que les han sido denegadas las becas. En total, la UV destinará 900.000 euros a los casos en los que se considere, mediante el estudio de la renta familiar y de las notas del alumno, que esa persona no puede hacer frente al pago de la matrícula.

Pago a plazos

Además, las mismas fuentes explicaron que desde la institución universitaria están dispuestos a estudiar distintas fórmulas de pago, como el abono fraccionado o incluso el aplazamiento del pago, para que ningún estudiante se quede fuera de la UV. En cualquier caso, la Universitat emplaza a los alumnos a esperar la resolución de las becas de la Generalitat, que puede reducir en mucho la cifra de 9.000 alumnos con ayudas denegadas. Este curso, se pidieron más de 20.000 y han sido concedidas el 58 %.