El corredor mediterráneo de transporte por ferrocarril sigue a todo tren en Europa mientras que el eje central, pese al intento de última hora del Gobierno de Rajoy, continúa en un segundo plano a la hora de recibir financiación europea. El último trámite antes de que la Eurocámara y el Consejo de Europa, donde están presentes los jefes de Estado y de Gobierno de los 27, apruebe en los próximos meses el mapa definitivo de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-E) se cumplió ayer con un acuerdo a tres bandas entre la Comisión Europea (CE), el Consejo y el Parlamento Europeo (PE). El pacto, calificado de "histórico" por el Comisario de Transportes, Siim Kallas, establece una red principal de transporte transfronterizo que se ha de concluir en 2030 y que, según explican desde de la CE, "se ha definido en base a una metodología objetiva".

Terminados antes de 2030

En estas directrices el corredor mediterráneo y al Atlántico -que une Lisboa con Europa a través de Madrid y el País Vasco-, se incluyen como ejes prioritarios con la premisa de que estarán terminados antes de 2030 y, por tanto, deben recibir financiación extra de la UE que puede llegar a cubrir hasta el 40% de las obras.

Sin embargo, el corredor central que impulsa el Gobierno del PP -Algeciras, Madrid, Zaragoza y vía Francia por un túnel por el centro de los Pirineos- aunque también está considerado como eje prioritario, su ejecución está diferida a 2050. En este caso, los fondos europeos que lleguen serán para estudios de viabilidad, tal como solicitó en diciembre la Comisión de Transportes del PE.

La eurodiputada española Inés Ayala (PSOE) explicó que el acuerdo a tres bandas es sobre las directrices, es decir los mapas, de la nueva red principal y global de transporte de la UE, pero que no se ha cerrado la parte de los corredores ni la de la financiación todavía. No obstante, el pasado febrero los Gobiernos de los 27 aprobaron invertir en la RTE-E unos 23.000 millones de euros en los próximos siete años.

La nueva red principal eliminará cuellos de botella, mediante 35 proyectos transfronterizos, conectará 83 puertos y 37 aeropuertos -10 de ellos españoles y entre los que figuran Manises y El Altet de Alicante-, e incluye 1.500 km de líneas de alta velocidad.