Le temblaba la voz, cosa rara en él, cuando dio la cara ante los medios tras nueve meses de silencio. El exconseller y diputado del PP Rafael Blasco, a quien hasta la Abogacía de la Generalitat pide 11 años de cárcel por el presunto desvío de fondos para el tercer mundo en el caso Cooperación, compareció ayer en los pasillos de las Corts para mostrarse "convencido" de su "absoluta inocencia" y dejar claro que mantendrá el escaño porque lo obtuvo al concurrir a las elecciones en una lista del PP "que logró 1.200.000 votos".

Por la tarde, en una entrevista en la Ser, lanzó un mensaje que sonó a desafío al presidente Alberto Fabra. A la pregunta de si el jefe del Consell le ha pedido que deje voluntariamente el grupo popular tras conocerse los escritos de las acusaciones, dijo: "Fabra no me lo ha pedido, y Fabra tiene que ser respetuoso, como todo el mundo, con cuestiones que son fundamentales en un Estado de Derecho: la presunción de inocencia, el derecho a un juicio justo, evitar juicios paralelos, y no estar sometido al chantaje o a cualquier opinión mientras no se demuestre lo contrario".

Por la mañana en las Corts, en uno tono más suave, ya dejó claro no obstante que aguantará en el sillón: "Consecuente con una elección democrática, voy a mantenerme en el escaño que me corresponde por decisión de la voluntad de todos los ciudadanos", una "posibilidad que no la puede arrebatar nadie porque sería ir en contra del Estado de Derecho". Con todo, abrió la puerta a marcharse del grupo, convirtiéndose en diputado no adscrito, en el caso de que la jueza abra juicio. "Ese trámite judicial todavía no ha ocurrido y en el momento en que suceda, si sucede, valoraré la situación y haré lo mejor para mi partido y para mi función como diputado", respondió al ser preguntado sobre las palabras del día anterior del portavoz, Jorge Bellver. Éste señaló que, una vez los propios abogados del Consell acusan al exsíndic, si la jueza decide sentarlo en el banquillo tendrá que irse del PP o el grupo lo expulsará, tal como marcó Fabra.

"¿Si el presidente se lo pide, se irá?", se le inquirió. "Es una hipótesis que no se ha dado; reflexionaré sobre esa situación, no voy a generar ningún tipo de problema, más bien al contrario, y voy a facilitar cualquier cosa que esté al servicio de los intereses del PP y la Generalitat", respondió. Expresó su "confianza absoluta" en las políticas del Consell, aunque recalcó que ello tiene que "contrastarse" con su "dignidad personal y la presunción de inocencia". Si se da la hipótesis de que Fabra lo emplace a irse, insistió, "lo valoraré, miraré lo que es mejor para el interés general".

Un asunto "difícil de entender"

Sobre las acusaciones de la Abogacía de la Generalitat y de la Fiscalía (ésta última le pide 14 años de cárcel), aseveró que son "inciertas" y no tienen "ninguna base ni fundamento". "Son meras especulaciones", "pura retórica en muchas circunstancias", sostuvo. Sobre el hecho de que la Abogacía del propio Consell lo acuse, alegó que ésta "depende de la Vicepresidencia [que dirige José Císcar], no es un organismo judicial", y su actuación "expresa la autonomía de los organismos que dependen del propio Gobierno". Admitió, no obstante, que es "un asunto con muchos perfiles y va a ser muy engorroso aclararlos porque es de difícil comprensión".

Mostró su "respeto" por las declaraciones de Fabra en las que dijo que no le temblaría la mano a la hora de actuar contra él, pero no quiso valorarlas. Tampoco la situación de otros diputados imputados o encausados. En privado, sin embargo, se explayó con otros parlamentarios expresando su indignación con que Fabra, en su opinión, le aplique una vara de medir diferente respecto a otros diputados con juicio fijado.

A los imputados les lanzó el mensaje de que si él dimite, les marcará el camino y luego la presión se dirigirá a ellos. "No peleáis por mí, también por vosotros", puso en boca de Blasco un parlamentario. El exconseller, quien insistió en que "siempre ha actuado conforme a ley", hasta se reivindicó: "He formado parte de casi todos los gobiernos de la Generalitat, donde he tenido una contribución modesta en los logros electorales del PP. Eso no se puede empequeñecer".