"Vengo mucho. Me gusta venir a los sitios en los que vamos a gobernar". Con este entusiasmo arrancaba ayer Alfredo Pérez Rubalcaba un mitin en Valencia en el que, en realidad, apenas se sumergió en la realidad política autonómica. Una visita en la que trajo ánimos y un encargo considerable para el PSPV: "No saldremos de la crisis si la Comunitat Valenciana no sale de la crisis. España necesita a Valencia y ésta no saldrá con el Partido Popular. No pueden preocuparse de los parados, de los problemas de la gente, porque está a otra cosa, pendiente de sus imputados. Vuestra responsabilidad es muy grande, con esta tierra y con España. Os llamo a trabajar por el cambio en Valencia, en la C. Valenciana y en España".

Son los deberes que el líder del PSOE puso a la federación valenciana en el mitin por la Fiesta de la Rosa, la celebración anual del partido aunque hoy por hoy, según dijo Rubalcaba, hay "poco que celebrar". Blanqueries escogió el Parc de Benicalap, un distrito con ADN obrero, alimentado por flujos de inmigración y donde el partido suele salvar la cara en las elecciones. En ese escenario, Rubalcaba instó al PSPV a trabajar desde ya para las próximas autonómicas. Y deslizó la necesidad de que los socialistas se impongan como fuerza mayoritaria de la izquierda, una idea muy presente toda la mañana: "Vuestro trabajo es cambiar las cosas aquí. El cambio en esta comunidad o es socialista o no será", dijo parafraseando la máxima fusteriana.

PP y PSOE "no es lo mismo"

Rubalcaba, tomando el testigo del líder de Joves Socialistes, José Muñoz, que abrió el acto, trató de animar a la alicaída militancia, que no llegó a completar el aforo del auditorio: "Tenemos mucha gente a la que defender, los nuestros, los que lo pasan mal. Lo tenemos que hacer con orgullo. Hay quien se empeña en demostrar que PP y PSOE es lo mismo. ¿Cómo pueden serlo dos partidos cuando uno ser empeña en desmontar lo que hace el otro? Tenemos que estar orgullosos de lo hecho. Os quiero con la cabeza bien alta, con orgullo".

El líder del PSOE no entró en los grandes temas, como la infrafinanciación autonómica que padecen los valencianos, pero reivindicó la C. Valenciana como una tierra de gente "honesta y trabajadora", que "ha tirado de la economía española muchos años".

Derogará la ley Wert si gana

Precisamente, el máximo dirigente socialista aprovechó la visita a Valencia para reunirse a primera hora en Blanquerias con los trabajadores de Galmed, la empresa de Sagunt condenada al cierre, para coordinar medidas desde Madrid: "Desde hoy su lucha también es nuestra lucha, la de los socialistas españoles", dijo. También recordó a las víctimas del accidente de metro y los incendios del año pasado en el interior de Valencia.

Al margen de esto, el titular de Ferraz tejió su discurso en torno al "principio de igualdad", que reivindicó como parte del corpus socialista, para criticar las reformas y recortes del Gobierno en sanidad, educación, servicios sociales y pensiones.

En este sentido, anunció que si el PSOE regresa a la Moncloa derogará "en la primera semana" la ley Wert de Educación. Rubalcaba celebró la medida de los ayuntamientos socialistas valencianos de abrir los comedores escolares en verano: "Es una ignominia social. Es un problema del Estado, no se puede tolerar".

El "aval de la experiencia" frente al "espectáculo y gritos" de Compromís y EU

El PSPV celebró ayer en Valencia la fiesta de la rosa bajo dos síndromes que emanan del clima de desencanto político que ocupa las calles: el primero, que PP y PSOE "son lo mismo"; y el segundo, la fuga de afectos hacia los partidos a la izquierda del PSPV (EU y Compromís). Sin nombrarlos en toda la mañana, los discursos tuvieron referencias veladas a los partidos que compiten con el PSPV por la hegemonía del tripartito: "Me niego a aceptar que PP y PSOE es lo mismo; a aceptar lecciones de verdadera izquierda", dijo José Muñoz, líder de Joves Socialistes, que apeló en su discurso al "orgullo socialista". Joan Calabuig, el más asediado por la pujanza de las otras fuerzas en la ciudad de Valencia, afirmó: "Nuestra obligación, más que nunca, es liderar el cambio. Si no, confiarán en caminos que solo dan espectáculo". "Somos una fuerza segura. Con el aval y la experiencia de haber liderado los mayores cambios en la ciudad", dijo Calabuig. Y añadió sobre la desafección ciudadana: "La lucha no es entre el pueblo y la política, es izquierda contra derecha".

La lucha por desmarcarse del paralelismo con el PP y liderar netamente la izquierda política preocupa a los socialistas, que se esforzaron en hacer pedagogía. José Luis Ábalos, secretario general del PSPV en la provincia de Valencia, apuntó: "Sólo nosotros podemos liderar la alternativa. No debemos enredarnos, cuando la izquierda se enreda, la derecha se impone".

También Puig presentó al PSPV como "la izquierda real", con la experiencia de haber gobernado, frente a los métodos de sus competidores: "Esta es la izquierda que puede, que nació para cambiar las cosas, no para gritar"