La Conselleria de Presidencia ha contratado como personal eventual al que ha sido el cocinero del Palau de la Generalitat en las últimas legislaturas, debido a que la Agencia Valenciana de Turismo, donde estaba adscrito su puesto de trabajo, lo incluyó en su Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se aprobó en el mes de febrero y afectó a otras 32 personas.

Eugenio Ramón L. M. empezó a trabajar como asesor el pasado 1 de abril y su salario, según el puesto que desempeña, es de 29.915 euros brutos al año. Entre sus funciones están las de dar de comer en las cenas oficiales y de trabajo al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y sus invitados. También la de supervisar las comidas que se puedan encargar a empresas externas para cualquier tipo de acto que acoge el edificio gótico. En la pasada legislatura, el expresidente de la Generalitat Francisco Camps socorrió mucho los servicios de cocina, sobre todo para cenas "clandestinas" que montaba con sus consellers y personal afín cuando la tormenta del caso Gürtel más arreciaba, según fuentes conocedoras de estas reuniones. Una buena manera de ocultar estos encuentros, que se hubieran descubierto en caso de haberse celebrado en un restaurante.

El servicio de cocina también se requirió para los almuerzos que montaba Camps en el Palau de la Generalitat para agasajar a los tertulianos de Madrid, y de algunos periódicos valencianos, que acudían al programa de debate nocturno de Canal 9 y que reveló Levante-EMV. Tras pasar la noche en un hotel, los profesionales de la información se desplazaban hasta Presidencia para conversar con el presidente.

Zaplana fue el pionero

En los últimos años, el cocinero del Palau de la Generalitat estuvo contratado en la Agencia Valenciana de Turismo y también fue profesor de hostelería en el centro de turismo de Valencia.

La incorporación de un cocinero a los servicios del Palau de la Generalitat fue una propuesta de Eduardo Zaplana en 1999. Antes tan sólo existía la figura del maestro de sala, que todavía continúa en la actualidad. Este trabajador no confeccionaba platos, sino que se encargaba de servir las comidas externas que se contrataban. Este era el método utilizado en la época de Joan Lerma al frente del Consell.

El expresidente Zaplana requirió los servicios de un especialista en cocina por el incremento de comidas en Presidencia de la Generalitat. En aquella época, desde el gabinete del presidente defendieron que se necesitaba un cocinero porque Zaplana se quedaba a comer en numerosas ocasiones para seguir trabajando. Otras fuentes explicaban a este periódico en su día que fue la costumbre de algunos altos cargos de que les sirvieran el almuerzo en el despacho la que obligó a requerir este tipo de perfil de empleado.

El expresidente Zaplana contrató los servicios del cocinero a un patronato de la Conselleria de Turismo y no se incorporó a la plantilla de Presidencia. Ha sido en la actualidad, tras rescindir la plaza de esta persona en la Agencia Valenciana de Turismo, que ha tenido que ser empleado en una plaza de personal eventual, lo que fia su puesto a la confianza que tenga con Fabra.