Enmedio del clamor por las situaciones extremas a las que están llegando varios colectivos ante la aparente inactividad de la Generalitat, el presidente Alberto Fabra reaccionó ayer en las Corts con el anuncio de convocatoria de la Mesa de la Solidaridad, formada por todas las instituciones y entidades sociales, para el próximo lunes, con la intención de poner «los recursos» de todas las administraciones para hacer frente a los problemas ocasionados por la crisis. Lo hizo después de que el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, le haya ganado la mano en varias medidas de corte social, algunas de ellas de competencia claramente autonómica. La más reciente, el anuncio de pagarle la comida a los niños que se quedan sin beca del comedor escolar durante el verano y la entrega de 50.000 euros al Banco de Alimentos tras el dramático SOS de su titular, Jaume Serra.

En enero, Rus ya avanzó que asumía el coste de toda la teleasistencia en la provincia de Valencia tras comunicar el Consell que no pondría su parte en el programa del Imserso. Con la convocatoria, Fabra toma la iniciativa para liderar una respuesta social a problemas como los niños de Castelló rebuscando comida en las papeleras durante el recreo, denunciado por la FAPA Penyagolosa, como publicó Levante-EMV. El presidente hizo el anuncio en respuesta a la pregunta del socialista Antonio Torres, quien lo inquirió sobre si va a permitir que sigan aumentando las situaciones de desigualdad. «La C. Valenciana, con una renta per cápita de 20.000 euros, no puede tolerar que haya niños que pasen hambre», aseveró, para urgirlo: «Haga lo que haga falta, está obligado legal y moralmente y Rus le ha señalado el camino». Rus, en el hemiciclo, no ocultaba su regocijo por los halagos de la oposición.

«Claro que estamos preocupados por la situación que están sufriendo muchas personas pero eso no se resuelve con un titular diciendo ‘Y en los colegios se tendrán que dar comidas a los niños’. ¿Y qué pasa con los mayores? ¿Y con el resto de ciudadanos que también está sufriendo?», inquirió, en lo que fue interpretado como un signo de malestar por las iniciativas por libre de Rus. «Afortunadamente —dijo Fabra—, tenemos una red asistida por las administraciones que está posibilitando que todas las personas puedan tener acceso a esa comida y a ese apoyo». La Mesa de la Solidaridad, recalcó, permitirá «aprovechar al máximo» los recursos de todos.

«Es competencia municipal»

El malestar del Consell con Rus fue más evidente con la consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, quien rechazó «patrocinar y promocionar medidas que sesguen» y que digan «este es el comedor de los niños excluidos» porque, añadió, «qué pasa con sus familias, con los hermanos pequeños y con los mayores que no están en el comedor». ¿Es que no van a comer?», se preguntó, para enfatizar que el Consell «trabaja integralmente por las familias y todos los valencianos». Además, detectar las situaciones de exclusión es «competencia municipal» y de las diputaciones por estar «más cerca de los ciudadanos».

Torres denunció que, según el IVIE, el índice de pobreza se mantuvo en España entre 2006 y 2011 mientras subió un 11 % en la Comunitat, la segunda donde más crecieron las desigualdades. Y acusó al PP de estar siendo «cruel» con los mayores, a los que ha «impuesto» el copago y que, con los anticipos, «están financiando al Consell».