No tiene nada que perder y está dispuesto a vender muy cara su piel. El exsíndic Rafael Blasco, procesado en el caso Cooperación y al que el PPCV suspendió el sábado de militancia por sus declaraciones en un programa de TV en las que insinuó que la Abogacía de la Generalitat recibió consignas para actuar contra él, tiene previsto acudir hoy a la reunión del grupo en la que debe votarse su expulsión. No sólo eso sino que está dispuesto, según fuentes de su entorno, a tomar la palabra para defenderse. Va a por todas. En su opinión, ahora mismo los que más tienen que perder son los miembros de la dirección y no él, por la gestión de su salida del grupo. Y eso que hace tres meses era un escenario previsible para haberse anticipado a las circunstancias.

El popular está dispuesto a aprovechar cualquier resquicio para recurrir la decisión, incluso a ir al juzgado, algo que causa pánico en la dirección. En ese sentido, fuentes cercanas a Blasco indicaron que hasta ayer a media tarde no había recibido el pliego de cargos del expediente disciplinario, sobre el que se asienta la propuesta de expulsión. Desde el PPCV se aseguró que a mediodía se le había enviado el pliego por correo ordinario. Si hoy a las 18 horas no le ha llegado, acudiría a la reunión sin saber de qué se le acusa. Él considera que su entrevista fue «impecable» y hasta su alusión a que en el PP hay mucho «melindre», visto el diccionario de la RAE, es casi un «halago», toda vez que significa «delicadeza afectada y excesiva en palabras, acciones y ademanes».

Blasco estuvo ayer en su despacho del grupo popular de las Corts, del que se llevó papeles y archivadores con documentos. A partir de hoy no podrá acudir más aunque sí hacer mudanza, ya que, según la resolución de Presidencia vigente, tiene derecho a un despacho y secretaria, así como al sueldo de diputado (incluido el plus de comisión). Pierde, eso sí, el sobresueldo del grupo del PP, 360 euros brutos al mes.

Además, podrá intervenir en el pleno y en las comisiones, presentar preguntas a los consellers y requerirles documentación. Para el pleno de mañana, el último ordinario antes del verano, el PP quiere sentarlo en la parte del hemiciclo que ocupan la oposición y dos diputados populares, Manuel Bustamante y Elisa Díaz. Estos pasarán a la parte del PP y Blasco se sentará detrás de la síndica de EU, Marga Sanz.