Muchos son los residentes y visitantes de la Comunitat Valenciana que aún mantienen en la retina las tristes imágenes de los incendios que durante el verano del año pasado arrasaron más de 50.000 hectáreas de bosque. Un año después de los sucesos, el manto negro que cubre los montes de los terrenos afectados es testigo mudo del paso del tiempo.

El fuego se convirtió en el triste protagonista de la estación cálida del año 2012 y los expertos temen que esta situación se pueda reproducir este año o en ejercicios venideros. Así lo apunta el informe «Bosques vulnerables», presentado esta semana por la agrupación ecologista WWF-Adena.

Los autores del documento han cuantificado los incendios registrados en España durante los últimos doce años, plazo en el que la Comunitat Valenciana ha sufrido un total de19 Grandes Incendios Forestales (GIF): siniestros en los que el fuego quemó más de 500 hectáreas.

El estudio también avala que entre los ejercicios 2001 y 2012 se registraron un total de 5.196 siniestros relacionados con el fuego en tierras valencianas.

Los datos cuantitativos del estudio sitúan a la valenciana en un estrato intermedio en la clasificación nacional. Sin embargo, al entrecruzar el porcentaje de grandes incendios con el índice total de sucesos relacionados con el fuego, el registro valenciano (0,36 %) es el segundo del escalafón nacional, tan sólo superado por el dato de Canarias (8 GIF, 1.333 incendios, 0,6 %). Las dos autonomías ocupan junto a Castilla-León (80 grandes incendios, 24.058 siniestros, 0,33 %) los tres primeros puestos del ránking confeccionado por WWF- Adena.

Los expertos de WWF-Adena alertan sobre el crecimiento registrado por los incidentes que atentan contra grandes extensiones de terreno forestal: «la tendencia creciente de los Grandes Incendios Forestales, las nada halagüeñas previsiones del cambio climático y el elevado riesgo de nuestros bosques a sufrir GIF hacen prever un futuro en el que los incendios cada vez resulten más impactantes y destructivos».

Dicha teoría se refuerza con el hecho de que los 329 grandes incendios declarados en toda España en los últimos 12 años han afectado al 41 % de la superficie forestal arrasada.

Los datos del informe también reflejan que cada año se registran una media de 16.500 siniestros relacionados con el fuego en España. El 70 % de los focos detectados se sofocan antes de alcanzar una hectárea de extensión.

La mano del hombre

A su vez, los autores del informe apuntan que la mano del hombre está detrás del 96 % de los incendios. Destaca, a su vez, que el 55 % de los incidentes están causados de forma intencionada y el 23 % ocurre por accidente o negligencia. Sin embargo, a pesar de la constatación de que el hombre es el ejecutor de los sucesos, en la actualidad solamente se identifica al 9 % de los causantes de las catástrofes. Desde WWF-Adena apuntan que «la aplicación del Código Penal vigente contribuiría a disuadir a los culpables».

Por último, los ecologistas alertan sobre los peligros causados por el «caos territorial» y la «vulnerabilidad del medio rural». En el primero de los casos exponen que «el elevado número de urbanizaciones en el monte y los usos recreativos intensivos incrementan los riesgos de ignición». A su vez, alertan sobre los riesgos causados por el cese de las actividades forestales y el abandono agrario, que «han contribuido a una intensa modificación del paisaje».