«Esta es la segunda intentona de juntarnos todos los partidos que hemos ido languideciendo pero manteniendo la llamita del republicanismo durante un periodo de la Transición muy duro para nosotros». Sender cree que ahora «es un momento óptimo» para que partidos que se cubren bajo la bandera republicana recuperen el terreno perdido. «Pese a tener a toda la prensa rosa a favor, no se atreverían a tocar el Artículo I de la Constitución», apunta el exalcalde, socarrón, refiriéndose al capítulo sobre la corona. Haciendo cuenta de los últimos capítulos de corrupción que han salpicado a miembros de la familia Real, opina que «Urdangarín ha hecho más por la República» que cualquier partido de ese signo. «Podríamos nombrarlo presidente de honor», desliza divertido. A sus 67 años y ya jubilado, este ingeniero técnico superior aún tiene pulso para relanzar un nuevo partido, o conglomerado de ellos, que es Alternativa Republicana.

El nuevo partido se constituyó hace apenas un mes y su primer objetivo es presentarse a las elecciones al Parlamento, aunque el alcalde es consciente de que, sin recursos económicos, va a ser difícil ganar visibilidad. «Pero en la página web hemos tenido 22.000 visitas en dos semanas», apunta con optimismo.

En su ideología se recoge el Estado republicano, laico y federal, y Sender apostilla que, además, solo puede ser «progresista». Señala que los grandes partidos se han desideologizado y reclama una nueva ley electoral con listas abiertas. Entre sus premisas, expone está que ningún cargo del partido que llegue al gobierno «cobrará más de lo que cobra en el trabajo que esté».

Cuando reflexiona sobre el desapego de la sociedad hacia el republicanismo político, incide en la idea de que históricamente partidos de su signo nunca tuvieron una gran masa detrás. «Blasco Ibáñez es un caso aparte», matiza, aludiendo al republicano más ilustre de Valencia. De pronto, actualiza su figura: «Blasco era como un Beppe Grillo». Realizada la comparación, puntualiza: «Pero hace falta ideología, un populista sin ideología es muy peligroso». Con el dogma republicano bajo el brazo, inicia una nueva aventura.