83 años de historia

"Mundo Obrero" resiste

El decano de los diarios editados por los partidos políticos celebró ayer su Consejo Editorial en Valencia

Ginés Fernández, Pedro Marset, Marga Sanz y Carlos Peñalba, miembros del consejo editorial

Ginés Fernández, Pedro Marset, Marga Sanz y Carlos Peñalba, miembros del consejo editorial / m. a. montesinos

j. l. llagües | valencia

­Editado por primera vez el 23 de agosto de 1930, cuando se convirtió en el órgano principal del Partido Comunista de España (PCE), Mundo Obrero ha sido testigo de excepción de la evolución de la España moderna.

Desde entonces hasta ahora, el considerado decano de los «periódicos de partido» ha sobrevivido a varias reconversiones „la última en 2008„ durante sus 83 años de historia.

Hoy por hoy, es quizá el único medio escrito ligado a unas siglas políticas en España que aún aparece en papel. Otros compañeros de trinchera periodística, como El Socialista, se reproducen solamente en formato digital.

Diario, semanal, quincenal o mensual durante sus más de 80 años de historia, el rotativo de la hoz y el martillo aún goza de cierto prestigio en círculos intelectuales. En la actualidad, se publican cerca de 15.000 ejemplares „cuenta con 4.500 suscriptores„ cada 30 días y sus mayores puntos de recepción están ubicados en Andalucía, Madrid, Comunitat Valenciana y Asturias.

Franquismo y Transición

Sin embargo, lejos quedan sus dos épocas de apogeo: los años de posguerra y los de la Transición.

Durante el Franquismo, los ejemplares de Mundo Obrero se redactaban a escondidas en cárceles pobladas por condenados políticos y en pequeños pueblos alejados del alcance de la censura, donde los números se copiaban a mano. Eran tiempos marcados por la clandestinidad, donde el periódico del Partido Comunista de España era una de las principales armas ideológicas de los movimientos contrarios al régimen dictatorial.

Los años de lucha dieron fama a la cabecera y la resistencia logró consolidarse en un grupo sistematizado que editaba los ejemplares en Toulouse (Francia) y los pasaba a España de contrabando. Con el Franquismo agonizando, el mensaje cada vez llegaba a mucha más gente.

La otra etapa de oro llegó con la Democracia, cuando el rotativo alcanzó una tirada de 100.000 ejemplares bajo la dirección del periodista Federico Melchor. Para ello, el PCE llegó a recaudar 100 millones de pesetas a través de aportaciones de militantes y trabajadores, que ayudaron a engrasar la extensa maquinaria que llevaría al rotativo a su época de mayor renombre y difusión.

Ahora, el escenario es muy distinto. Y los actores son otros. Así lo reconoce Ginés Fernández (Murcia, 1959), actual director de la cabecera. Ayer se trasladó a Valencia para participar en el Consejo Editorial del rotativo, que tuvo lugar en la sede de Esquerra Unida (EU). Antes del encuentro atendió a Levante-EMV y explicó que «Mundo Obrero es un periódico de partido, por lo que depende de una organización política y de sus militantes. Eso lo tenemos claro. De lo que sí somos independientes es de los poderes fácticos y de las grandes compañías.».

Fernández también defendió un modelo distinto para el rotativo que dirige: «hicimos una encuesta entre nuestro público y la gente nos pidió más opinión, nos demandaron argumentos con lo que defender sus creencias. Nosotros mostramos lo que piensan nuestros portavoces, aunque tampoco huimos de la actualidad. . Por ejemplo: en 2007 ya anunciamos que lo que sufrimos es una crisis profunda, una crisis de sistema y fuimos de los primeros».

Consultado sobre el corto alcance de Mundo Obrero, el director reconoció que «es cierto que mucha gente no sabe ni que existimos. De hecho, en un programa de Cuatro nos mentaron en una broma sobre Bárcenas diciendo que solamente faltaba que informáramos nosotros y al día siguiente les enviamos dos números. En los últimos tiempos hemos visto un repunte de interés y debemos seguir trabajando. Hace poco una persona me criticó algunos puntos del último número. Eso es que nos leen».

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