Fabra enseña la vía de salida a los otros imputados: «De Miguel ha dado una lección»

El presidente califica de «paréntesis» su renuncia Los críticos insisten en que la «línea roja» descapitaliza el partido y da alas a la oposición

Fabra repitió que no dejar el acta es «personal».

Fabra repitió que no dejar el acta es «personal». / efe/cárdenas

levante-emv valencia

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, volvió ayer a abrir la puerta de salida a los parlamentarios imputados en los casos de corrupción al referirse a la renuncia de Alicia de Miguel. «Ha dado una lección de cómo se tienen que comportar los políticos», zanjó el también presidente del PP valenciano. Despejó así las dudas sobre su posible relajamiento acerca de su posición inicial. Una posición reiterada tanto por el presidente como por el vicepresidente José Císcar, quien también ha insistido en varias ocasiones en esa idea al asegurar que si lo imputaran se iría a su casa.

El presidente Fabra añadió respecto a los imputados que no han adoptado la misma postura que se trata de «una decisión personal, ya que el acta de diputado es personal». Es un sonsonete ya clásico en Fabra. El mensaje es claro: el que no se dé por aludido es porque no quiere.

El jefe del Consell, que se pronunció así en Castelló, señaló sobre las imputaciones que «es un tema preocupante, lógicamente», pero «ayer Alicia de Miguel dio una lección de cómo se tienen que comportar los políticos». Según dijo se trata de una decisión «que ya tenía asumida y que, lógicamente, creo que le honra, después de una larga vida dedicada a la política y a los ciudadanos de la Comunitat Valenciana ocupando distintas responsabilidades y que ahora lo que quiere es trabajar en lo suyo, pues ella es médico». Añadió que De Miguel hacía «un paréntesis en su vida política», agregó.

Preguntado por los políticos que «no han dado esa lección», Fabra respondió: «ahí no entro, pues es una decisión personal, ya que el acta de diputado es personal y, en ese sentido, depende de lo que quieran hacer las personas».

La posición del presidente es conocida. Pero es cierto que colisiona con lo que piensan la mayoría de dirigentes del partido, gran parte de los diputados y, por supuesto, los imputados. Le reprochan que su doctrina es demasiado férrea, por cuanto la condición de imputado es garantista y muy laxa. Y agregan que la «línea» ha de ser otra: la apertura de juicio oral y tal vez la condena. Los críticos con la posición de Fabra ponían ayer como ejemplo el caso del diputado y alcalde de Chiva, José María Haro, absuelto tras ser juzgado. Y añaden que ni siquiera Génova cumple con la frontera determinada por Fabra. Esos dirigentes aseguran que la «línea roja» descapitaliza al PPCV y no cesa de dar alas a los partidos de la oposición. Los imputados, además como señaló el alcalde de Castelló, Alfonso Bataller están convencidos de que no se les está defendiendo.

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