La misma jueza que archivó pero con distintos fiscales

Sandra Bonet y Vicente Torres continuarán practicando diligencias de investigación sobre el accidente

l. b. valencia

La pelota vuelve al tejado de la titular del juzgado de instrucción número 21 de Valencia, Nieves Molina, responsable de investigar las causas del accidente del metro de Valencia hace siete años, porque el 3 de julio de 2006 era el que estaba en funciones de guardia. La decisión de la fiscalía de reabrir las diligencias de investigación se produce cinco años y medio después después de que la jueza archivara por segunda vez las investigaciones sobre el accidente del metro (en diciembre de 2007, la primera ocasión fue en marzo de 2007). Una decisión que confirmó la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia, en mayo de 2008, y que dio carpetazo (entonces parecía definitivo) a las pesquisas sobre el accidente de metro más grave de la historia de España que acabó con la vida de 43 personas.

Fueron decisiones que se adoptaron sin conocer muchas de las informaciones que se han desvelado posteriormente: la ocultación de los tres descarrilamientos previos de la UTA 3736 y del informe sobre la obsolescencia de estos trenes y sus piezas de recambio o el amaño de las comparecencias en la comisión de investigación del accidente de las Corts por parte de técnicos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y de los responsables de la Conselleria de Infraestructuras en 2006.

De ahí que los dos nuevos fiscales designados en mayo para investigar de nuevo las circunstancias del accidente, Sandra Bonet y Vicente Torres, se hayan interesado, por ahora, en el historial y los antecedentes de uno de los dos trenes implicados en el accidente: la unidad de tren articulado (UTA) 3736. Por ello, la Fiscalía de Valencia ha solicitado a FGV conocer el historial completo desde 1990, cuando comenzó a circular la unidad que descarriló en el túnel de la Línea 1 y en la que viajaban las 43 víctimas que fallecieron en aquel siniestro. La fiscalía también ha reclamado a la empresa ferroviaria el historial de revisiones de la UTA siniestrada. Sobre esta última cuestión, este periódico también desveló hace varias semanas que el mantenimiento de los trenes se redujo considerablemente en los meses previos al accidente debido al mal estado de las UTA y la falta de piezas de recambio.

Con estos nuevos elementos en la mano la jueza deberá dar traslado a las partes (los denunciantes, las víctimas y FGV o la Generalitat, si se persona) y resolver si decide continuar adelante con nuevas diligencias de investigación o decide archivar por tercera vez la investigación sobre la muerte de 43 usuarios del metro.

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