Dos averías en dos líneas subterráneas de media tensión diferentes dejaron ayer sin luz al corazón comercial de Valencia por espacio de tres horas.

Las dos averías, cuyas causas se investigan todavía, afectaron a la mayor parte de los comercios y viviendas de la calle Colón y a otras vías adyacentes de Valencia.

Fuentes de Iberdrola confirmaron que la interrupción del suministro afectó a unos 900 abonados o contadores, aunque el número real de personas afectadas fue muy superior al impedir la actividad comercial y hostelera durante la hora punta del mediodía.

Según las fuentes de Iberdrola la mayoría de los abonados estuvieron sin energía eléctrica entre una hora y media y dos horas mientras que un centenar de clientes permanecieron sin servicio por espacio de tres horas.

El suministro fue restablecido por completo pasadas las 15.30 horas, según un portavoz de la compañía eléctrica.

Iberdrola movilizó varios grupos electrógenos ante la posibilidad de que se tratara de un problema de sobrecarga en las líneas derivado del elevado consumo —ayer hizo uno de los días mas calurosos del año en Valencia— , aunque finalmente no tuvieron que intervenir y el suministro fue repuesto en la zona centro de la ciudad por líneas alternativas, algo que hubiera resultado muy complicado de tratarse de un problema de sobrecarga.

No obstante, los grupos permanecían en la zona «por precaución», por si fuera necesario su concurso mientras se reparan las líneas dañadas.

Fuentes de la compañía explicaron que ante un problema de esta magnitud la «prioridad» es «reponer» el servicio y solo después se investigan las causas.

Diversas fuentes confirmaron que la noche anterior ya se habían registrado algunos apagones en la zona.

Restaurantes «a dieta» de clientes

«El lunes por la noche empezaron los apagones pero solamente duraban 15 o 20 minutos y se arreglaban. Hoy sin embargo —por ayer— se ha ido la luz por casi 3 horas, por lo que hemos perdido toda la comida de las neveras y un sinfín de clientes», indicó Mónica Urbano, propietaria del restaurante Carpe Diem, situado en la calle Martínez Cubells en el centro de la ciudad. La hostelera declaró que los camiones que transportaban los generadores de Iberdrola fueron aparcados en la puerta de su establecimiento, impidiendo así el paso de posibles clientes.

El Hotel Vincci Lys, situado en la misma calle, también se vio afectado por el apagón. Según una de las recepcionistas del hotel, Pamela Jiménez, recibió «varias quejas de los clientes por la falta de luz y por mantener cerrada una de las salas destinadas a reuniones».

Lo peor del apagón se dejó sentir cuando la zona estaba más animada por la actividad comercial.

El apagón se dejó sentir también en el tráfico. El Centro de Gestión de Tráfico contabilizó hasta 74 cruces con los semáforos inutilizados por falta de fluido eléctrico.