El Estado deja de revisar la traducción del BOE al valenciano que hace la Generalitat

La nueva adenda al convenio bilateral cede la competencia al Consell porque el Estado lo ve "un coste que es posible evitar"

p. cerdà valencia

La Generalitat ha pasado a tener la última palabra en la traducción al valenciano de todas las leyes que recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE). Hasta ahora, la traducción al valenciano de leyes, Reales Decretos leyes y Reales Decretos legislativos era elaborada por el servicio autonómico de Política Lingüística. Pero una vez traducidos los textos, éstos eran revisados y validados por el personal de traducción y corrección del BOE, que tenía la última decisión en la traducción definitiva de las leyes estatales. "En ocasiones -explican fuentes de la Generalitat- volvían a modificar los textos y su versión no coincidía exactamente con el criterio de los traductores de Política Lingüística. Ahora, el proceso cambia y la versión última que se va a publicar en la edición del BOE en valenciano es la que dé por buena la Generalitat".

El motivo del Estado para cederle a la Generalitat la competencia de revisar la forma final de las leyes en valenciano es que, en todo este tiempo, "no se han identificado discrepancias sustanciales" en las traducciones. Por ello, "en el actual momento de austeridad presupuestaria, se considera un coste que es posible evitar".

Éste es el resultado de la adenda suscrita por el Estado y la Generalitat al convenio bilateral formalizado en el año 2000 para que todas las leyes estatales se publicasen en valenciano en el BOE. Se creó para ello un suplemento especial en valenciano que recoge todas las leyes traducidas.

La medida ya ha entrado en marcha. En esta nueva adenda al convenio se plasma que la traducción al valenciano se ceñirá a la publicación del boletín en internet, algo que ya se estaba aplicando en la práctica, pues el BOE de papel desapareció en 2009 tras 347 años de historia.

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