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Las cuentas del Consell se han descuadrado de forma definitiva cuando se han contabilizado los balances de la primera mitad de 2013. Los últimos datos del Ministerio de Hacienda, actualizados hasta finales de junio y colgados ayer en la página web del departamento que dirige Cristóbal Montoro, evidencian las dificultades del Gobierno de Alberto Fabra para, a pesar de los sacrificios y las subidas de impuestos, ajustarse a la disciplina presupuestario. En apenas seis meses, la Generalitat se ha comido dos tercios del déficit autorizado para el actual ejercicio, lo que vaticina un desfase, al cierre, superior a los 2.000 millones de euros, muy por encima del tope del 1,6% que el Consell "vendió" como un éxito después del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrado a finales de julio en el que se fijaron los nuevos objetivos presupuestarios.

Así las cosas, de acuerdo con los números de Hacienda, la Generalitat cerró junio con un déficit -descontando, obviamente, los adelantos de dinero desde Madrid-del 0,98% del PIB, lo que supone que el Ejecutivo autonómico gastó 961 millones más de los que ingresó. La cifra es la tercera más alta de todo el Estado, únicamente superada por el porcentaje de Murcia y de Baleares, otras dos autonomías, como la Comunitat Valenciana, muy afectadas por la paralización de la actividad económica y por el desigual reparto de la financiación. Es decir, en seis meses el Consell ya ha rebasado el déficit del 0,7% del PIB con el que se había elaborado inicialmente el presupuesto. Pero, sin duda, el indicador más inquietante es que ese desfase del 0,98% es muy similar al 1,1% que se registró el año pasado por estas fechas.

En esta tesitura y con los datos en la mano, parece muy difícil -en la práctica es imposible- que el Gobierno de Alberto Fabra cumpla con el tope del 1,6%, lo que obligará en el presupuesto de 2014 a un nuevo tijeretazo en tanto llega el maná de otro sistema de financiación que corrija el reparto de los fondos del Estado. La esperanza confesada del conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, es que, finalmente, pudiera cerrar el ejercicio de 2013 con un déficit del 2%. Pero, sin embargo, cabe recordar que los últimos meses del año engordan notablemente ese indicador. Únicamente en diciembre de 2012, el déficit creció un 1,3% al computarse datos del conjunto del ejercicio.

Los informes de ejecución revelan que, en esta situación, la Comunidad vive con la "respiración asistida" de los adelantos de dinero. En la primera mitad de 2013, de hecho, las arcas de la Comunidad son las que más adelantos de fondos han recibido de todo el Estado: nada menos que 920 millones, alrededor de un tercio del total de las cantidades distribuídas por Montoro.