El intérprete de árabe Ousmane Sylla ha vivido sin saberlo más de cinco años con los antecedentes penales de dos personas que asistió en el centro de detenidos de Valencia. Sylla, un inmigrante de Costa de Marfil que lleva diez años residiendo legalmente en España, descubrió que le habían asignado por error los antecedentes penales cuando comenzó a tramitar una oferta laboral para trabajar en Alemania. Los juzgados ya han rectificado el error, que ha estado a punto de costarle el empleo.

Ousmane Sylla es un diplomado de enfermería de la Universitat de València y tiene un máster de medicina tropical, pero durante cinco años colaboró como traductor para la policía y los juzgados porque domina el árabe. En el año 2006 asistió en comisaría al detenido Ilis Bakali y en el año 2007 al acusado Abd Llumb. Los agentes que tramitaron las declaraciones de los detenidos cometieron el error de identificarlos en la reseña policial con el Número de Identificación de Extranjeros (NIE) de Ousmane Sylla. A partir de ese momento, la identidad del traductor quedó ligada a la de los dos acusados que fueron condenados.

"Me quedé de piedra cuando descubrí lo que estaba pasando. Ha sido una pesadilla que comenzó en mayo cuando fui a pedir el certificado de antecedentes penales a la delegación del Ministerio de Justicia en Valencia para irme a trabajar a Alemania como enfermero. El funcionario me preguntó si había estado en la cárcel. Me pareció raro. Me dijo que en mi fichero había varios delitos con mi número de identificación, pero no con mi nombre. Le pregunté si era por delitos gordos y me contestó que uno era por salud pública y el otro por hurto", explicó Sylla.

El traductor -que nació hace cuarenta años en el seno de una familia de clase medio-alta de Costa de Marfil- lamenta que la negligencia podía haber tenido consecuencias graves. "El problema es que si me hubieran parado en un aeropuerto habría acabado preso. Hace dos años llegué tarde al trabajo porque una patrulla de la Guardia Civil me retuvo durante dos horas. Ahora entiendo qué pasaba. A los agentes les saltó lo de los antecedentes, pero no me lo dijeron. El problema es que esto te desacredita. La gente piensa: ¿Qué chico es este? He pensado denunciar lo que me ha pasado, pero me lo han desaconsejado".

Los juzgados de ejecutorias de la Ciudad de la Justicia de Valencia constataron el fallo en cuanto el traductor pidió una explicación.

Los juzgados de lo penal número 5 y número 13 de Valencia han emitido sendas certificaciones admitiendo el error. En uno de los documentos se puede leer: "Ante mí, el secretario, comparece Ousmane Sylla con permiso de residencia [...] el cual manifiesta que en esta causa fue traductor de árabe y que por algún motivo que desconoce a la hora de solicitar su certificado de penales aparece su número de identificación con otra identidad por lo que solicita que se proceda aclarar dicho error. Examinada la causa, efectivamente se comprueba que el compareciente asiste como traductor al penado Abdm Llumb y que a partir de ese momento se produce un error, adjudicando el número de identificación de Ousmane Sylla al penado Abdm Llumb. En este acto se procede a rectificar el error padecido en la nota de condena, eliminando de la misma dicho número de identificación correspondiente al compareciente". El escrito del otro juzgado es idéntico, aunque añade que el error se produjo durante la toma de declaración del detenido Ilias Bakali en comisaría el 15 de septiembre de 2006.

Ousmane Sylla admite que a pesar de todo ha tenido suerte de que cuando lo pararon para identificarlo durante dos horas no se lo llevaron detenido. "Debieron darse cuenta de que no cuadraba porque el nombre de los acusados eran diferentes al mío. Yo nunca he cometido ningún delito, que quede claro", sentenció Ousmane Sylla.