La Comunitat Valenciana podría estar de suerte. El jeque árabe Sheikh Hamad bin Hamdan al-Nahyan, considerado la segunda fortuna los Emiratos Árabes „valorada en 14.000 millones de dolares„ busca negocios o suelo donde invertir en Valencia y en la provincia. El multimillonario árabe se reunirá hoy en Xàtiva con el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, para explorar negocios en tierras valencianas. El jeque se aloja en el hotel Westin de Valencia, un céntrico cinco estrellas, y su presencia en la capital „o más bien la de su vehículo de lujo, diseño propio y grandes dimensiones con el que se desplaza„ no está pasando desapercibida.

Tras unos primeros contactos con Valencia, el jeque de Abu Dhabi quiere intensificar las relaciones y en ese contexto se ha producido el encuentro con Alfonso Rus, al que conoció en la Nit del Foc de 2012. La Diputación de Valencia le invitó el año pasado a las Fallas por mediación de Rover Alcisa, una de las empresas que forma parte de un consorcio de obra pública de Qatar participado también por una empresa de Hamad.

No va a comprar el Valencia C.F.

Fuentes de la Diputación descartaron ayer que Hamad esté interesado en comprar el Valencia C.F., de hecho entre sus aficiones no parece estar el fútbol. Las declaraciones realizadas por Rus anunciando la visita de un inversor árabe que quería comprar el equipo de fútbol alimentaron ayer esta hipótesis. Las fuentes consultadas insistieron en Hamad no es el inversor al que se refería Alfonso Rus.

En el Ayuntamiento de Valencia, gobernado por Rita Barberá, desconocían el motivo de la visita del jeque de Abu Dhabi. La alcaldesa se encuentra de viaje en Buenos Aires con la comitiva olímpica para defender la candidatura de Madrid 2020 y la subsede de vela para Valencia.

Hamad está emparentado con la familia real de Arabia Saudita, tiene 21 casas y palacios en todo el mundo y es propietario de una isla. Entre sus excentricidades figura una colección de 400 vehículos de lujo y diseño propio.

El millonario árabe tiene especial interés por conocer Xàtiva, ciudad de la que es alcalde Alfonso Rus, de ahí que el encuentro entre ambos de hoy sea en la capital de la Costera. Fuentes de la Diputación explicaron que el jeque «es un hombre culto» y uno de sus libros de cabecera es «El collar de la coloma», obra cumbre de la poesía de amor árabe que se gestó y escribió en Xàtiva. Rus le enseñará hoy al jeque los lugares más relacionados con su pasado medieval, entre ellos, el castillo.

Valencia no es la primera ciudad española que visita este verano Sheikh Hamad. A mediados de agosto, estuvo en Valladolid. Entonces también viajaba con su vistoso vehículo bautizado como «Black Spider».

La presencia de este lujoso coche en las calles de Valencia sorprendió ayer a muchos, entre ellos, a los agentes de la policía local que custodian la plaza del Ayuntamiento. El vehículo del jeque conducido por su chófer llegó a primera hora de la mañana a la plaza consistorial y solicitó a los agentes que retirasen la cadena que impide el paso al centro de la plaza, donde está prohibido aparcar.

Al parecer, sorprendidos por la presencia imponente del jeque y su flamante vehículo, los policías accedieron y retiraron la cadena. Unas horas más tarde, y tras comprobar que el vehículo no estaba autorizado los mismos agentes de policía calibraron la posibilidad de requerir el servicio de la grúa de la EMT, ya que la municipal no puede remolcar vehículos de gran tonelaje como el del jeque, para llevarse el coche al depósito. Finalmente, pudieron localizar a la asistente del jeque en el Westin y avisar al chófer para que retirase el vehículo.

Las fuentes municipales consultadas no pudieron precisar ayer si los agentes habían multado al jeque, algo que pedían algunos de los ciudadanos que pasaban por la plaza indignados porque se permitiese aparcar al jeque en zona prohibida. Otros muchos curiosos y turistas se acercaron a ver el llamativo vehículo y hacerse la foto de rigor. El periplo del coche del jeque, que ayer amaneció en la puerta del Westin, acabó en la Ciudad de las Ciencias, donde estuvo aparcado en la zona reserva a autobuses y se convirtió en una atracción más.