Del jeque Hamad bin Hamdan al-Nahyan, de 65 años hay pocas certezas. Una de ellas es que viaja a bordo de un "Black Spider", un lujoso coche de 400 caballos de potenciadiseñado por él mismo. Se trata de una de sus piezas más preciadas en la colección de 400 vehículos de la que dispone. Se le apoda "el jeque arcoiris", porque posee siete Mercedes "Clase-S" de diferentes colores. Su obsesión por los coches ha llegado hasta el punto de que ha construido un museo del automóvil en Abu Dhabi, alojado en un edificio en forma de pirámide.

Sin embargo, más allá de esta afición, se desconoce en qué invierte su dinero la segunda fortuna de los Emiratos Árabes, valorada en 14.000 millones de dólares. Además de por su potencial económico, el jeque despierta la atención de los medios de comunicación por sus excentricidades: dio la vuelta al mundo cuando "grabó" su nombre en medio de una isla desértica que es de su propiedad con letras de tres kilómetros de ancho. Al parecer, también le interesan los negocios y los suelos valencianos. a. c.valencia