¿Cuándo fue la última vez que vio a su hija y nieto?

Yo los llevé a la estación y los despedí en Torrevieja. Me volví a casa y les llamaba de vez en cuando... Le mandaba whatsapp. Enseguida una amiga de ella me preguntó: ¿Iba Carla en ese tren? Estuve llamando toda la noche. Pensé que estarían heridos, pero vivos. Ya al día siguiente y harta de llamar a todos lados, me dijeron que no aparecían. Hasta que llegué.

¿A qué se aferra en estos durísimos momentos?

A la fuerza de mi hija; y en mi nieto, que también era un niño muy valiente y siempre estuvo con su madre.

La vida de su nieto tampoco ha sido fácil.

El niño era muy mayor para su edad. Cuando ella pasó un cáncer de ovarios él la cuidaba. Es un niño de los que hay poquitos. Todo el mundo pensaba que tenía 16 años. Ellos se reían; eran maravillosos. Me hacían llorar a mí de risa.

Su sueño ahora es continuar con el de ella...

Lo que me tengan que dar a mí va a ser para su sueño, para luchar por su asociación y la casa de acogida. Ella ha hecho mucho por las mujeres y yo quiero que el trabajo siga, que no se pierda.