El diputado socialista Rafael Rubio aseguró ayer que el caso del coach contratado para dar un curso de liderazgo al presidente y la respeca como asesor en Presidencia del cocinero de la Agencia de Turismo unido al incremento de eventuales demuestra el cinismo del dicurso de Fabra. «Todo esto da cierta sensación de una personalidad bonapartista; de un presidente que casi se siente un emperador», indicó el socialista. Rubio recordó que con la reorganización de Presidencia se centralizó al personal de prensa, por lo que más de veinte periodistas y otros tantos técnicos de imagen y sonido están al servicio del presidente. El diputado añadió los más de 40 becarios adscritos a Presidencia y concluyó que Fabra «está más preocupado por su imagen que por solucionar los problemas de la Generalitat». j. r. valencia