El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha hecho bandera de la austeridad desde que hace ya dos años se acomodó en la Plaza de Manises. En todo este tiempo, se ha esforzado en marcar distancias con su antecesor, Francisco Camps, en materia de gastos que suponen rotos en las maltrechas cuentas públicas. Por convencimiento o necesidad (las arcas autonómicas están colapsadas), Fabra quiere que su mandato esté marcado por la sobriedad.

Hace un año su propuesta principal en el debate de Política General fue la reducción del número de diputados en las Corts, así como el adelgazamiento de los entes consultivos. La iniciativa, con toda seguridad, volverá a plantearse en el próximo debate sobre la Comunitat Valenciana previsto para la tercera semana de septiembre. Ahora bien, el compromiso de Fabra con la austeridad tiene gateras en su propia casa. Su gabinete, el equipo de personas del Palau que trabaja directamente a sus órdenes, no ha experimentado reducción alguna. Todo lo contrario, ha aumentado un 23% con respecto a la época en la que el inquilino del Palau era Francisco Camps: 32 personas frente a las 26 que tenían plaza hace tres años. El incremento todavía es mayor y se dispara hasta el 40% si se atiende exclusivamente al equipo de asesores adscritos al presidente. Con Camps en Presidencia la plantilla daba cabida a quince plazas ocupadas por personal eventual mientras que la cifra sube en la actualidad a 21. El gasto aproximado en eventuales asciende a unos 877.000 euros. En Presidencia se mantiene la tesis de que, aunque haya más asesores, no ha aumentado el gasto ya que se han creado cuatro niveles, con salarios distintos, según la dedicación.

La nómina de asesores adscritos al gabinete del presidente queda plasmada en la relación de puestos de trabajo que la Generalitat tiene previsto públicar en las próximas semanas después de tres años sin hacerlo. El documento, al que ha tenido acceso Levante-EMV, recoge puesto por puesto toda la relación de personas que trabajan en las distintas conselleries. La última plantilla oficial es la publicada en agosto de 2010. Y en la comparación, Fabra no sale bien parado.

De los 21 personas eventuales, 16 son asesores puros y duros; tres son conductores adscritos al presidente y dos se ocupan de la secretaría particular de Fabra. A su cargo directo, Camps tenía en 2010, una decena de asesores, seis menos que Fabra. Al margen de los asesores, el jefe del Consell mantiene intacto el resto de la estructura. No habido tijeretazo en los puestos de coordinador/asesor, una figura denunciada en su día por los sindicatos al considerarlos asesores encubiertos, personas que son contratadas en puestos de funcionarios, pero que en realidad ejercen labores de asesoramiento. Fabra mantiene también tres puestos dedicados a revisar la correspondencia, así como dos secretarias de dirección, un administrativo y un auxiliar de servicios. Dos puestos de subalternos completa la nómina de puestos adscritos al gabinete del presidente.

Oficina de apoyo al expresidente

Según la relación de puestos de trabajo de la Generalitat —el documento tiene fecha del 27 de agosto— Presidencia de la Generalitat cuenta en su conjunto con 150 empleados, organizados en torno a siete áreas: el gabinete del presidente, la secretaria autonómica de comunicación, la dirección general de análisis y políticas públicas, la dirección general de relaciones con la Unión Europea, la dirección general de coordinación institucional, la dirección general de relaciones informativas y promoción institucional y por último, la oficina de apoyo a los expresidentes. Está última área cuenta con dos eventuales más; un asesor y un conductor, ambos al servicio Francisco Camps, el único exmandatario que ha hecho uso de estas prerrogativas que le permite el estatuto de expresidentes.

Excepto los 21 eventuales de Fabra y los dos de Camps, el resto de los 150 trabajadores de Presidencia de la Generalitat son funcionarios, si bien en un alto porcentajes han sido situados por libre designación. De hecho, un tercio de plantilla —57 personas— está situada «a dedo». La libre designación, además de en el caso de los asesores, abunda en los plazas que ocupan los funcionarios que trabajan en el área de análisis: economistas, polítologos o documentalistas que ayudan al presidente a elaborar sus discursos y las estrategias en políticas públicas. También es frecuente la libre designación en el área de coordinación institucional, donde hay siete personas encargadas de la correspondencia.

La relación de puestos de trabajo de 2010 arrojaba una plantilla en Presidencia de 209 personas. Sin embargo, el desfase se debe a que del organigrama de 2013 ha salido el programa de alta dirección y servicios generales incluida ahora en la Conselleria de Presidencia, Agricultura y Pesca.