El nuevo curso, el primero en la historia de la democracia sin convocatoria general de becas de libros de texto en la Comunitat Valenciana, arrancó ayer en Educación Infantil y Primaria. La vuelta al cole fue menos numerosa que hace un año, pues las aulas de Infantil de 3 a 5 años de la enseñanza pública y concertada han perdido más de 3.500 alumnos con respecto al curso pasado (-2,22 %). Es la consecuencia de tres años consecutivos de descenso de la natalidad. En total, 436.524 escolares de Infantil (146.585) y de Primaria (289.939), un 0,85 % menos que el pasado curso, llenaron ayer de gritos, alegría y llantos los colegios valencianos sostenidos con fondos públicos.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, arrancó el curso inaugurando el colegio público Benadressa de Castelló, uno de los cinco centros de nueva construcción que se pondrán en marcha este ejercicio. Este centro de una línea (9 unidades), que en 25 barracones aulas, comedor, servicios... escolarizaba a 172 alumnos, ha supuesto una inversión de 3,6 millones de euros.

Tan contentos como los alumnos del CEIP Benadressa que estrenaban colegio tras seis cursos en barracones, estaban también los padres de los 107.226 alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que desde hace dos cursos esperaban cobrar 11 millones de euros en becas de libros concedidos por la Generalitat. Ese dinero fue ingresado ayer en sus cuentas bancarias, así como otros 4,6 millones de euros que aún se debían a los libreros por el Bonolibro de Primaria del curso 2011/2012.

Fabra no hizo mención a que la Generalitat sea la primera autonomía que ha suprimido las becas de libros este curso reducirá las ayudas a casos de extrema necesidad, Educación Especial y Centros de Atención Educativa Singular (CAES) ni tampoco al pago de los 27 millones que aún debe a los 238.057 alumnos de Primaria y ESO a los que concedió la beca de libros este pasado curso 2012/2013.

El Jefe del Consell prefirió presumir de la caída en 2,3 puntos de la tasa de fracaso escolar en la C. Valenciana en los últimos tres años. El abandono escolar prematuro (antes de los 16 años) valenciano está un punto por encima de la media española al afectar al 27,4 % de los estudiantes, más del doble que en Navarra (12 %) y País Vasco (13 %).

Diez puntos más de inversión

Ante las críticas de las Asociaciones de Padres de Alumnos (AMPA), docentes y partidos de la oposición por los recortes en educación, Fabra defiende que la C. Valenciana «es la autonomía que más porcentaje de presupuesto destina a esta materia, con más del 30 %, casi 10 puntos por encima de la media nacional». Así, entre los hitos que se atribuye está el que «1.000 alumnos de 5º de Primaria estudiarán con tabletas digitales en 24 centros». No cita que dichos dispositivos los costean los padres de su bolsillo, pues este plan piloto de fomento del uso de libros de texto electrónicos arranca bajo la premisa de «coste cero» para la Generalitat.

Desde el PSPV y EU reclaman la recuperación de las becas de libros y la unificación de las ayudas de transporte y comedor. El vicesecretario general de Educación del PSPV, Miguel Soler, denuncia que el Consell ha reducido el importe de becas para libros de 50 millones en 2010 a «cero» en 2013. La portavoz de EU en las Corts, Marga Sanz, critica que la Generalitat intente «ofrecer una imagen de modernidad e inversión con medidas totalmente propagandísticas como las tabletas, que esconden la supresión de las becas para libros».

La confederación autonómica de AMPA Gonzalo Anaya, alerta en un comunicado que el PP «en su línea de apoyar la privatización de la enseñanza, elimina las becas de libros para beneficiar a los comedores de los centros concertados».