De cada cien euros que el Gobierno reparte en inversiones apenas 6,1% van a parar a la C. Valenciana. Es la cifra inversora más baja de las registradas en los últimos once años. Con la cláusula garantista de las inversiones prevista en la reforma del Estatut, los valencianos deberían recibir este año otros 4,7 euros para alcanzar el 10,8%. Ese es el peso demográfico de Valencia, Alicante y Castelló en España. El Consell y el PP han practicado un discurso reivindicativo o victimista, según se mire, respecto al Gobierno central con el socialista Zapatero en la Moncloa. Hasta noviembre de 2011 fue uno de los ejes estratégicos del Consell de Francisco Camps y de Alberto Fabra, en los cuatro meses en los que cohabitó con el PSOE en el Gobierno de España. Con Rajoy, el PP y el Consell han defendido una mejor financiación y más inversiones. Pero han vacilado al actuar en las Corts y el Congreso.

Con la de hoy, son ya siete las oportunidades que dejan pasar de mejorar el trato económico que el Estado dispensa a Valencia. Hay que contar tres aplazamientos de esta reforma estatutaria, dos del debate de la Lofca y tres proposiciones en el Congreso exigiendo mejor financiación, dos de ellas del socialista Ximo Puig y una de Ricardo Sixto (EU). Para Serafín Castellano, las inversiones no se resentirán. «Dependen de los Presupuestos del Estado y se trabajará para que la Comunitat tenga todas las necesarias para afrontar las infraestructuras», dijo. Anunció una reunión interparlamentaria del PP nacional y valenciano a finales de octubre, para hablar de inversiones.