La crisis económica y los recortes salvajes que los Gobiernos central y autonómico han aplicado al Estado de Bienestar han hecho tambalear los cimientos de la sociedad y han modificado las dinámicas de los ciudadanos y las organizaciones, también en el mundo de la cooperación y el desarrollo. Según un estudio elaborado por la Coordinadora de ONGD para el Desarrollo-España, en la que ha participado su equivalente valenciana y organizaciones radicadas en la autonomía, el número de voluntarios que colaboran en sus proyectos se ha disparado desde el año 2012. Tant0, que hasta existen listas de espera para poder ayudar en determinadas actividades solidarias, según confirman desde Intermón Oxfam en Valencia. Por su parte y según el mismo informe, la mitad de entidades han visto reducido su número de asociados, es decir, los que realizan aportaciones económicas.

El presidente de la Coordinadora Valenciana de ONGD, Carles Xavier López, aseguró que los datos del estudio que hace referencia al incremento de un 37 % del voluntariado «son muy positivos». «Esto implica que la gente tiene una conciencia solidaria y se preocupa por la cooperación. Los ciudadanos son conscientes de que la lucha contra la pobreza es un trabajo de todos y que esa lucha es en todo el mundo», explicó, al tiempo que recuerda que, pese a la crisis, «las organizaciones están activas e intentando llevar adelante los proyectos».

El estudio, en el que han participado 71 ONGD entre las que están las 17 coordinadoras autonómicas, revela que el 37 % de organizaciones han visto aumentar el número de voluntarios y sólo un 13 % han sufrido un descenso. La mitad de las encuestadas afirman encontrarse en una situación similar a la de principios de 2012.

Este aumento de la ayuda en las personas contrasta con la caída en las aportaciones de los socios. La mitad de organizaciones ha visto disminuir el número de asociados y un 19 % lo ha aumentado. Carles Xavier López defiende que este descenso no es tanto porque la gente abandona las organizaciones sino que «reduce la aportación para continuar colaborando». El paro y las caídas de ingresos de las familias son el motivo principal para que los aportes económicos privados mengüen.

Pese a su delicada situación, es el sector privado el que mantiene a flote la ayuda a la cooperación y el desarrollo. Mientras el 100 % de ONGD han visto caer el presupuesto público que recibían, son sólo la mitad las que han detectado una bajada de las ayudas por parte de empresas y particulares. «La ciudadanía ha dado una lección de compromiso en contraposición con la Generalitat o el Gobierno», alaba el presidente de la Coordinadora de ONGD. Cabe recordar que en la Comunitat Valenciana los fondos de la Generalitat a Cooperación pasaron de los más de 13 euros por habitante en 2008 a los poco más de 2 euros de 2013. Este año, el dinero del Consell para la Cooperación se redujo a 500.000 euros. Sólo la presión de las organizaciones aumentó mínimamente los recursos de la Conselleria de Bienestar Social a los 900.000 euros.

Francisco López, de la Plataforma Valenciana del Voluntariado de la Comunitat Valenciana, también se muestra esperanzado con el incremento de los voluntarios y es muy crítico con los recortes en el tercer sector y con la primacía de las ayudas del Estado para ONGD de la Iglesia católica. Además, también denunció como las empresas han conseguido desbancar a las ONGD y asociaciones especializadas del trabajo en el bienestar social, como los enfermos de Alzheimer o los mayores. «Las empresas del ladrillo han hecho un reconversión solidaria», critica.

Tres tipos de voluntarios

Sobre los voluntarios, Francisco López diferencia entre los que tiene garantizados los medios económicos y ofrecen su tiempo libre; las personas que tienen todos solucionado pero quieren ayudar, como los jubilados; y los desempleados o estudiantes que quieren ayudar y de paso aprender. «Es positivo que las personas tengan en su currículum trabajos en organizaciones de acción social, deportivas o culturales», argumenta.

Pese al incremento de voluntarios, el presidente de la plataforma valenciana del sector recordó que todavía falta ayuda en el sector sociosanitario. «La necesidad en este sector es tan grande que se ha roto el mandato constitucional de garantizar las igualdad de todos los ciudadanos», recuerda, al tiempo que lamenta que «nunca había visto un desmantelamiento público en favor de las empresas».

Francisco López anima a los ciudadanos a ser voluntarios «porque la ciudadanía no sólo se ejerce con el voto». «Ser ciudadano es ser una persona comprometida con el bien común. La mayor forma de desarrollarse como ser humano es siendo solidario», concluye.

La mitad de ONG se ven obligadas a cerrar proyectos por la crisis

Las crisis que ha traído consigo la reducción, cuando no eliminación total, del presupuesto público para cooperación y sensibilización ha sido un mazazo para las ONG. Aunque las aportaciones privadas han caído en menor medida, casi la mitad de organizaciones españolas han tenido que cerrar proyectos que tenían en marcha, según el estudio elaborado por la Coordinadora de ONG para el Desarrollo en la que han participado 71 entidades, entre ellas todas las coordinadoras autonómicas. Además, las organizaciones han tenido que tomar medidas laborales como reducciones de sueldo, en un 18 %, o reducciones de personal, en un 31 %. Además, en un 6 % de los casos el personal voluntario ha tenido que asumir la labor de los técnicos. El 21 % de las entidades ha dejado el país en el que trabajaba o, incluso, en otro 21 %, ha cerrado su sede. La perspectiva para 2014 no es muy esperanzadora si la situación no cambia. El 57 % de ONG afirma que reducirá su actividad y un 9 % la aumentará. s. p. valencia