Hace dos años y por exigencia del guión escrito por las vacas flacas, el presidente Alberto Fabra emitió un bando en el que prescribía a los altos cargos volar en compañías de bajo coste y no catar menús de más de 20 euros si pasaban la factura a la Generalitat. Puede que dentro de su filosofía de reforzar las comidas en casa, en su caso en Presidencia, se enmarque el fichaje como asesor -adscrito a la Conselleria de Presidencia- del cocinero del Palau, cuya nómina dependía de la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) y resulto afectado, junto a otras 31 personas, por el ERE.

Eugenio Ramón L. M. no acabó en la calle como el resto, sino que Fabra lo repescó. Este diario lo reveló el pasado 12 de junio. Ahora, el vicepresidente del Consell, José Císcar, ha reconocido esa incorporación, en una respuesta parlamentaria al portavoz adjunto del PSPV Rafael Rubio. Císcar, que es quien firmó el nombramiento, no explica, sin embargo, que algunas de las funciones del cocinero ya las ejerce el funcionario titular de la plaza catalogada como "mestre-sala" que desde hace años desempeña labores protocolarias y gastronómicas y tiene un sueldo de 34.100 euros. Entre las funciones propias de ese puesto -que no es de libre designación, como el del cocinero asesor- figuran la "adquisición de existencias para la despensa y la bodega del Palau", la "preparación y dirección de las comidas y cenas oficiales que se ofrecen fuera del Palau" o la "dirección de las instalaciones, comedor y cocina", además de la "selección y control de menús en almuerzos y cenas oficiales". Más allá del contenido, este funcionario ha de mimar el continente. Así, de él depende el "control y mantenimiento del instrumental, vajilla, cristalería, cubertería y ropa de mesa del Palau". El socialista Rafael Rubio acusó ayer a Fabra de "comportarse como un emperador caprichoso, que además de contar con una especie de maitre, como es corresponde encargado de protocolo y comidas, ahora ficha a un cocinero personal y mientras tanto aboca al cierre a comedores sociales y recorta de forma drástica las becas de los comedores escolares y los ahoga". "La duplicidad de funciones es lamentable cuando en toda la Administración se está buscando supuestamente la eficiencia; las necesidades están bien cubiertas con el empleado público que desde hace años cubre perfectamente las tareas relacionadas con la cocina", agregó el socialista, en alusión al "mestre-sala".

Para el PSPV, "un presidente no puede exigir sacrificios a los ciudadanos, a gente con verdaderos problemas para llegar a fin de mes y luego permitirse caprichos impropios". "¿Con qué fuerza moral pide esos esfuerzos?", se preguntó Rubio, quien, con todo, aclaró que en ningún caso están cuestionando "la profesionalidad del cocinero contratado de asesor", sino las "ínfulas del emperador venido a menos". El diputado recuerda que Fabra quiso contratar un "coach", lo que demuestra que es un "presidente desnortado".