El concurso millonario para el mantenimiento de hospitales y centros de la Conselleria de Sanidad va camino de acabar como el rosario de la aurora. El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, ha decidido suspender el procedimiento licitado a principios de año y adjudicado provisionalmente este verano después de que uno de los aspirantes, la firma Fulton Servicios Integrales, haya recurrido su resolución. La Ley de Contratos del Sector Público establece que el mero hecho de recurrir el acto de contratación supone su suspensión automática y la recepción de alegaciones en un plazo de cinco días.

Sin embargo, en una reunión del pasado seis de septiembre, el Tribunal Administrativo decidió mantener la suspensión. «El análisis de los motivos que fundamentan la interposición del citado recurso pone de manifiesto que los perjuicios que podrían derivarse para el recurrente del levantamiento de la suspensión son de difícil o imposible reparación, por lo que procede acordar el mantenimiento» de la suspensión, dice el escrito de este órgano adscrito al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

El origen de la reclamación que deja en el aire un concurso que salió a licitación por un importe conjunto de 53 millones de euros está en la adjudicación de uno de los siete lotes, el que corresponde al servicio de mantenimiento de edificios, instalaciones, equipamientos, mobiliario y viario de los departamentos de salud de Alcoi, Gandia y el Hospital de Dènia. En este caso ha sido la tercera oferta económica, la de Electrotecnia Monrabal, la que ha obtenido la adjudicación provisional con una baja sobre el precio de licitación del 20,4 %. La Agencia Valenciana de Salud descartó otras dos ofertas económicas más ventajosas, la de Fulton y la de la UTE Elduval-Isicer, por considerar que presentaban bajas temerarias, del 41,27 % la primera y del 35 % la segunda.

Fulton ha recurrido esta decisión al destacar que al menos en otros tres del total de los siete lotes se han producido resoluciones en favor de ofertas claramente temerarias, razón por la que no entiende que se haya procedido de la misma forma en el caso del lote de Alcoi, Gandia y Dènia.

Llama la atención que la pugna de los aspirantes se centre en que sean aceptadas bajas económicas en que circunstancias normales serían rechazadas de plano. El caso más flagrante es el del lote que corresponde al departamento del hospital de La Fe. En este caso, Sanidad ha optado por entregar el contrato a la UTE compuesta por las mercantiles Elduval e Isicer. Este consorcio presentó una oferta económica que rebajaba el presupuesto de licitación en un 62 %, cuando la baja temeraria obtenida a partir de la media de plicas presentadas se situaba en el 41,7 %.

La evolución del concurso revela la importancia que el departamento que dirige Manuel Llombart otorga al criterio económico en un asunto tan sensible como el mantenimiento de hospitales y centros de salud. Esto ha dado lugar a que en el sector se ponga en duda la capacidad de los ganadores virtuales de cumplir con sus obligaciones contractuales sin que a largo plazo se resientan las instalaciones o se mantenga al personal con condiciones laborales dignas. No obstante, la, en principio, gran triunfadora del proceso, Elduval-Isicer, que se ha adjudicado dos lotes, obtuvo la mejor puntuación técnica y presentó mejores ofertas económicas en seis de los siete lotes.

Este diario contactó ayer con la Conselleria de Sanidad para obtener una opinión oficial. Según fuentes, de este departamento el tribunal tiene ahora un plazo de un mes para resolver el recurso y decidir si considera correctas las adjudicaciones. Sanidad consideró normal que se haya producido la suspensión al haberse presentado el recurso.