La Fiscalía del TSJ de Murcia ha solicitado la imputación del exalcalde de Alicante y actual diputado del PSPV en las Corts, Ángel Luna, por un proyecto urbanístico en Cartagena que promovía la empresa Hansa Urbana y cuya tramitación se remonta a hace una década, durante la etapa en la que el dirigente socialista ejercía como asesor jurídico de la constructora. Una vez conocida la opinión del Ministerio Público, ahora tendrá que ser el TSJ murciano en el que, en su caso, deberá elevar el procedimiento „previa certificación del Parlamento valenciano„ al alto tribunal de la Comunidad para que tome una decisión sobre el asunto por la condición de aforado de Luna. El parlamentario del PSPV, a la sazón vicepresidente de la Mesa de las Corts, rechaza cualquier responsabilidad en la operación urbanística y, además, se ofrecerá „hoy mismo tiene previsto acudir al TSJ de Murcia„ «a comparecer voluntariamente, lo antes posible e, incluso, renunciando al privilegio que supone el aforamiento».

En el procedimiento „que investiga la tramitación de un macroproyecto bautizado como «Novo Carthago»„ ya hay imputados un consejero murciano del PP (Antonio Cerdá) muy próximo a Ramón Luis Valcárcel y dos de sus asesores; y el exconcejal de Urbanismo popular del Ayuntamiento de Cartagena junto a un abogado y el arquitecto municipal. A ellos se podría sumar ahora Luna en el supuesto de que se atienda la petición de la Fiscalía. El asunto, en todo caso, entra ahora en otra fase al estar Luna aforado en Valencia. El alto tribunal de Murcia debe solicitar la certificación a las Corts y tendrá que trasladar, si así lo considera, el sumario al TSJ de la Comunidad, que nombrará un ponente para tomar una decisión sobre la competencia de la investigación. El pasado lunes, de hecho, una funcionaria judicial de Murcia se puso contactó con la sede socialista para localizar al exalcalde de Alicante. El propio Ángel Luna telefoneó al tribunal para conocer de primera mano la cuestión. La funcionaria le confirmó, sin entrar en más detalles, que existía un procedimiento. Posteriormente, le preguntó por su cargo de diputado en las Corts, circunstancia que llevaría el asunto a Valencia. Y, finalmente, le emplazó a ponerse en contacto (ayer era festivo en Murcia) con la secretaria judicial. Según confirmó el propio Luna, hoy mismo acudirá al TSJ de Murcia para disponer de los detalles. «Hasta ahora no tengo constancia de nada. Pero, desde luego, estoy dispuesto a comparecer, si quieren, hoy mismo y sin acogerme a privilegio alguno», declaró Ángel Luna.

«No tengo nada que ver»

Tras dejar la alcaldía de Alicante después de su derrota electoral en 1995, Luna trabajó primero para Enrique Ortiz y, con posterioridad, entre 2002 y 2005, para Hansa Urbana. Dos años más tarde, Pla repescó a Luna para la lista autonómica del PSPV. Cuando el exprimer edil alicantino llegó a Hansa, la documentación de «Novo Carthago» ya se estaba tramitando desde 1998. El socialista admite que supervisó como asesor jurídico el proyecto que elaboró un gabinete de arquitectura de Palma de Mallorca; o algunas operaciones de compra de suelo. «Yo era un empleado y no tomé ninguna decisión», explicó. «Novo Carthago» se presentó en 2003 y preveía la construcción de 3.000 viviendas, dos hoteles y dos campos de golf sobre terrenos en término de Cartagena y próximos al Mar Menor. Los límites del plan urbanístico entraban en una zona protegida de saladares, cuyo plan de protección se modificó para dar luz verde a las obras y poder reclasificar el suelo.

Luna, que ya se enfrentó en su etapa como síndic socialista en las Corts a un juicio del que salió indemne por el supuesto encubrimiento del origen de un documento de Gürtel bajo secreto sumarial, se mostró anoche convencido de que «no tengo ninguna responsabilidad». «La ley es muy clara en estos casos y sólo puede afectar a administradores, constructores y directores de obra. Yo era un simple empleado que asesoraba en cuestiones jurídicas y sin capacidad de decisión», apuntó. «No tengo absolutamente nada que ver con una actuación urbanística que, cuando llegué a Hansa, ya se estaba tramitando y que no había terminado cuando dejé la empresa».