El juez incide en los incumplimientos contractuales de Concesiones Aeroportuarias (Conaer) y da la razón a Aerocas en su voluntad de romper el contrato. Según señala, la primera ejecutó un aeropuerto plagado de deficiencias y cita 20 aspectos a subsanar. La plataforma de viraje de los aviones y las calles de rodaje se hicieron pequeñas para albergar aviones de gran tamaño, al igual que las puertas de la terminal de carga. También había fallos a corregir en el drenaje del campo de vuelo, la torre de control y la terminal de pasajeros. Así mismo, falta construir una instalación de suministro de combustible para aviones, entre otras cosas. Por ello, concluye que las instalaciones que entregó Conaer «no permiten poner en funcionamiento el aeropuerto». j. R. castelló