El Govern de las Islas Baleares ha ratificado su postura contraria a las prospecciones sísmicas para buscar yacimientos de hidrocarburos en el golfo de Valencia.

La Comisión Balear de Medio Ambiente (Cmaib) ha emitido informes desfavorables sobre estas prospecciones y advierte de consecuencias graves sobre el ecosistema marino.

El Boletín Oficial de las Islas Baleares ha publicado el acuerdo desfavorable de la Cmaib al proyecto "Campaña sísmica en el Golfo de Valencia", entre las costas de la Comunidad Valenciana y de las Islas Baleares, que persigue el objetivo de encontrar yacimientos de hidrocarburos.

La Cmaib pide al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que se someta al correspondiente procedimiento de evaluación ambiental.

Esta comisión también informó negativamente el 18 de noviembre de 2011 sobre el otro proyecto de prospecciones sísmicas autorizado por la Administración estatal en la zona del golfo de León (entre las costas de Cataluña y las Islas Baleares, a unos 30 kilómetros de las costas del norte de Menorca).

En ambos casos se trata de informes preceptivos pero no vinculantes.

El Govern de las Islas Baleares ratifica su postura contraria a las prospecciones sísmicas en las proximidades del archipiélago, tal como ya comunicó el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Gabriel Company, por carta al ministro de Industria, José Manuel Soria, el 6 de noviembre de 2012, en la que apeló también a una proposición aprobada por el Parlament balear.

La Cmaib justifica su decisión en las consecuencias graves, y en algunos casos irreversibles e incluso letales, que la contaminación acústica producida por las ondas utilizadas por las prospecciones sísmicas con cañones de aire tendría en la mayoría de la importante fauna marina y en los recursos pesqueros que hay en la zona.

También hace constar en el informe la "gravedad ambiental en caso de vertido accidental" que se produciría en el caso hipotético de que explotasen las bolsas de hidrocarburos encontradas y la afectación directa no sólo al ecosistema marino, sino también al turismo, principal motor económico y fuente de riqueza de las Islas Baleares.

Entre los organismos que habitan las zonas donde se quieren hacer las prospecciones habitan cetáceos como el rorcual común, el delfín, el calderón y el cachalote, así como tortugas marinas, que están catalogados como especies de interés comunitario y que, en consecuencia, requieren de una protección estricta.

La Cmaib también hace constar la afectación que sufrirían los caladeros de peces pelágicos pequeños, el plancton, los huevos y las larvas de los peces.