En su respuesta al síndic de Compromís, Enric Morera, el presidente Fabra había echado la red en la bancada popular y apenas había logrado (a las 17.07 horas) unos aplausos de precepto con sonido enlatado y corto de pilas. Entonces apostó por una inversión que ha demostrado su fiabilidad durante 37 años. «Señor Morera, no sé si el Nou d'Octubre defenderá la senyera u otros símbolos». Soltó el fantasma del catalanismo y dejó la tribuna. Morera no rehuyó el cuerpo a cuerpo en «cuestiones personales». «Soy valenciano. Esta mañana nos ha avergonzado, no sabíamos si leía valenciano o íbero; es indigno que el presidente de los valencianos» no sepa «hablar en valenciano», replicó.

En valenciano, como habitualmente se expresa Morera, reprochó al presidente: «He ido a muchos Nou d'Octubre acompañando a la senyera y a usted no lo he visto, de hecho no lo celebraba en Castelló». Y para rematar, se proclamó seguidor del Valencia CF. «Usted es del Real Madrid». «Soy del Castellón y ya me gustaría que hubiese recibido el mismo trato que otros clubes de la Comunitat Valenciana», deslizó el presidente luego, aunque corrigió al reiterar que la Generalitat «no está para avalar a los clubes de fútbol». Fue el encontronazo de la tarde.

En su intervención, Morera prometió que desde el futuro Consell «en el que Compromís estará, no permitiremos que se siga recortando en sanidad y educación; recuperaremos los centros privatizados», apuntó, para citar los hospitales de Dénia, Torrevieja, Alzira y Manises. Antes de su apuesta por un gobierno de izquierdas («trabajaremos por el cambio político», dijo), el portavoz de Compromís desgranó los datos que avalan el «fracaso» de Fabra: 135.000 parados más y 10.000 millones más de deuda. «Dejará usted este país como un gran solar», le espetó. Acusó al presidente de aplicar «políticas de austericidio, de violencia contra las personas y a favor de los bancos». «En vez de rescatar personas destina todos los recursos a pagar a los bancos que desahucian a 13.000 personas», dijo, para cifrar en 1.320 millones los intereses pagados en 2012.

El dirigente de Compromís acusó a Fabra de no combatir con «hechos, en vez de palabras» la «gravísima discriminación del Estado, el trato vejatorio de los gobiernos del PP y el PSOE a esta tierra». A los 13.000 millones de deuda histórica sumó una «marginación en inversiones que alcanza los 10.000 millones desde el año 2000 y eso son 180.000 empleos». «¿Y qué piensa hacer?», inquirió. Morera exigió a Fabra que no pague «la deuda ilegítima». «O nos llevará por el camino de Grecia», agregó.

«¿Usted paga su hipoteca o le dice al banco que no pagará? ¿Y los ayuntamientos donde ustedes gobiernan pagan a los bancos?», preguntó Fabra. El presidente acusó a Morera de «rechazar el ERE para los políticos», en alusión a la propuesta de reducir de 99 a 79 el número de diputados, porque «cree que los ajustes son solo para los demás». Morera replicó a Fabra que quiere «reducir escaños para intentar que el PP se perpetúe en el poder».