El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se comprometió ayer durante su intervención ante las Corts a poner en marcha en 2014 un plan de oportunidad para incentivar la contratación de desempleados con dificultades de inserción, que estará dotado con 7,8 millones de euros. Según explicó, se trata de una «medida de choque» que incentivará la contratación de desempleados con mayores dificultades de inserción, tanto por parte de las empresas como de los ayuntamientos.

Además, se ha comprometido a acometer «un plan muy profundo y sin precedentes» de las estructura, procedimientos y capacidades del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef), en el que participarán agentes sociales y económicos, las empresas, entidades colaboradoras, ayuntamientos, empresas y los desempleados.

El objetivo de ese «replanteamiento estratégico» es ofrecer servicios «más ágiles y personalizados», que los planes de inserción y formación lleguen a todos, y sacar el máximo partido a todos los recursos que se ofrecen a los ciudadanos, señaló Fabra, quien indicó que el Servef dispondrá de más de 230 millones de euros el año que viene para políticas de empleo.

Para fomentar la ocupación también anunció que extenderá el nuevo modelo de incentivos a las empresas, mediante préstamos del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) a coste cero, complementados con una subvención del 20 %.

Críticas del PSPV

Para la oposición, el presidente «vive fuera de la realidad», al defender la mejora de la situación «con más paro que en 2012». El portavoz del PSPV, Antonio Torres, acusó a Fabra de «no dar respuesta al incremento del paro» y de «reducir un 60 % el presupuesto del Servef en dos años», de forma que «hay 132.600 parados más pero 148 millones menos para combatir» el desempleo. También criticó que se haya rebajado «un 47 % los fondos de formación para el empleo y que no se haya firmado ningún contrato del Plan de Empleo entre la Genralitat, diputaciones y municipios».