Aunque de lejos podría oler a enésimo intento por resucitar al muerto, ellos aseguran que es todo lo contrario. Un nuevo partido político, de tendencia valencianista tricolor o blavera pero sin focalizar su opción en ese rasgo, va a presentarse en público dentro de dos semanas. Se llama Poble Democràtic y es el hijo político de la Convenció Valencianista que se celebró el año pasado. Su intención es presentarse a las elecciones municipales y autonómicas de 2015, como paraguas de marcas locales o creando listas nuevas. Se presentarán el 20 de octubre, a las 11.30 horas, en un acto en el Colegio Mayor Albalat de Valencia.

Entre sus ejes principales figura la apuesta por una «estructura novedosa y ligera» que «traslada la estructura empresarial al mundo de la política como nunca antes se había hecho». Será «100 % democrático», con una «fórmula valenciana» con el siguiente principio: «Respetamos, y por tanto aceptamos indiscutiblemente, la historia, la cultura y las señas de identidad valencianas [en su caso, las Normes del Puig secesionistas de la RACV], pero de forma implícita y sin hacer bandera de las mismas». «No vamos a hacer apología de la identidad», subrayan. Propugnan un modelo «sin personalismos» y «sin una estructura estrictamente jerárquica». La educación y la formación profesional se considera «una de las áreas a las que se prestará más importancia», así como «la ética y la moral» ante el «despilfarro» y la corrupción instalada en las instituciones.

No hay grandes nombres detrás del partido, tras el que figuran 25 jóvenes impulsores como Agustí Zacarés, Lluís Gómez, Albert Clemente o Álvaro Cebrián. «No es un partido conservador», advierte su coordinador provisional, Toni Ballesteros.