La ciencia está de luto. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014 no van a resucitar al sistema de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) al que el Gobierno ha recortado la mitad de los fondos entre 2009 y este año. Por esta razón el colectivo Carta por la Ciencia integrado por las universidades públicas, las sociedades científicas y diferentes colectivos de investigadores llamó ayer, coincidiendo con el 79 aniversario de la muerte de Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina en 1906, a guardar cinco minutos de duelo por la I+D+i.

Cientos de científicos y técnicos de los centros de investigación e institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana salieron a 12 del mediodía a las puertas de sus lugares de trabajo para, ataviados con crespones negros, llorar por la agonía de la I+D+i en España.

El colectivo Carta por la Ciencia reclama recuperar el umbral de financiación pública de 2009, donde los PGE tenían una partida para I+D+i de 4.276 millones de euros (el doble del presupuesto de 2013), a lo largo de los tres próximos años con el fin de que España se acerque al 0,6 % del PIB de inversión publica en ciencia y tecnología de media en la UE. Este esfuerzo para que no se muera la I+D+i supone que el Estado debería incrementar los recursos en 1.909 millones en tres años, lo que significa un aumento de 636 millones anuales. Sin embargo, en los PGE de 2014 esta partida apenas crece en 70 millones.

Además de la insuficiente financiación pública, «el problema es que las convocatorias de 2013 del Plan Estatal de I+D+i acumulan ya 11 meses de retraso, lo que supone que el próximo 1 de enero uno de cada tres científicos de este país se quedará sin dinero para investigar», alerta Francisco Botella, director del Instituto de Física Corpuscular (IFIC) de Valencia, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universitat.

La mitad del presupuesto del IFIC, uno de los centros de referencia en Europa en física de partículas, depende de dicha convocatoria estatal de proyectos de investigación de 2013 que tenía que haberse hecho en diciembre de 2012. «Este retraso es una barbaridad, puesto que hay grupos de investigación que deberán de cerrar el 1 de enero, especialmente los de química y biología, que no tendrán con qué pagar los reactivos que necesitan para investigar».

Un total de 19 ERE a en dos años

Más de 100 investigadores y técnicos, el 90 % del personal que queda en el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) secundó el paro. El buque insignia de la investigación biomédica valenciana protagonizó en 2011el primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a la ciencia en España mediante el que la Generalitat despidió a 114 de sus 240 trabajadores.

El panorama de la innovación también es desolador pues los 14 Institutos Tecnológicos de la C. Valenciana suman ya 18 ERE en dos años que han afectado a 500 empleados. La Asamblea de Trabajadores de los Institutos Tecnológicos, que se sumó al día de luto por la I+D+i, destaca que el Consell les adeuda 48 millones de 2010, 2011 y 2012, si bien 27 de ellos ha prometido abonarlos en noviembre a través del Plan de pago a proveedores. «Por lo que respecta a 2013 todavía no hay una resolución en firme de los proyectos a ejecutar, con el retraso que esto supone», lamentan en un comunicado.

También denuncian el recorte sistemático a la I+D+i valenciana: «de los 50 millones de presupuesto de 2010 vamos a pasar a 20 millones en 2014. Entre recortes y atrasos queda clara cuál es la apuesta de la Generalitat en innovación».