La directora general de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) salía pasadas las 20 horas del Palau de la Generalitat abatida. En compañía solo de la número dos de la empresa, Beatriz Montes, su jefe de gabinete y el de comunicación, y mientras unas pocas personas la increpaban, se refugió en un bar próximo a la espera de un taxi en el que regresar a la sede de la televisión pública en Burjassot, donde le esperaba un ambiente encendido y reuniones con su gente, el comité de empresa y el consejo de administración.

En el interior del Palau, Vidal había conocido por boca del jefe del Consell, Alberto Fabra, lo que ya era un secreto a voces e incluso Presidencia había confirmado minutos antes a través de un comunicado: la decisión de cerrar RTVV tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia valenciano, comunicada ayer mismo a las partes, que declara nulo el expediente de regulación de empleo (ERE) aplicado en la empresa y ordena la readmisión de los casi mil trabajadores despedidos (952 parece ser la cifra definitiva, según la resolución judicial).

La directora de RTVV sabía también que la Generalitat la responsabiliza fundamentalmente a ella del fallo „el comunicado es elocuente„ y se adelantó a notificar a Fabra su decisión de no participar en el «equipo de cierre». Ni ella ni nadie de los suyos. Ella misma lo exponía al comité de empresa pasadas las 21.30 horas.

Por entonces, cerca de 500 personas „entre ellos, despedidos y actores que debían participar a esa hora en la presentación de la nueva temporada de l´Alqueria Blanca, acto que fue cancelado„ estaban ya concentradas en la plaza de Manises en protesta por la medida a la griega del Gobierno valenciano del PP de cerrar la televisión pública.

Mientras tanto, la tarde fue de incendio y drama en el centro de producción de RTVV en Burjassot. Tras extenderse la noticia y confirmarla Presidencia pasadas las 19 horas, parte de la redacción abogó por dejar de trabajar y no sacar adelante el Notícies 9 de las 20.30 horas. Al final, se impuso la tesis de que si la Generalitat quiere cancelar las emisiones que sea ella quien lo haga, no los propios trabajadores.

El informativo se emitió, pero con el cierre de la cadena como tema estrella y con un centenar de trabajadores escoltando a los tres presentadores (Iñaki Espeso, Amalia Sebastián y Susana Remohí). Todos aplaudieron después de que Sebastián leyera el comunicado redactado minutos antes durante una asamblea de trabajadores.

Otra asamblea se produjo después, a las 22.00 horas, tras el encuentro del comité de empresa con Vidal. La presidenta del órgano de representación de la plantilla, Salut Alcover, informaba de lo expuesto por la directora: que se había enterado por la prensa y que ella no piensa pilotar el cierre, que la decisión es de Fabra y el vicepresidente, José Císcar. Asimismo, que el plan de la Generalitat es modificar la ley de creación durante noviembre y diciembre y ejecutar después un ERE de extinción. Hay dinero para funcionar durante cuatro o cinco meses, según lo explicado por Vidal, «tiempo suficiente para buscar una solución negociada si la Generalitat quiere», porque «un ERE de extinción es más caro que recurrir», decía Alcover.

La propia Vidal señalaba anoche a Levante-EMV que va a seguir en la casa hasta que se plantee ejecutar el cierre. «Ni yo ni mi equipo participaremos en el cierre; ya he dicho a la Generalitat que piense en alguien para la liquidación», afirmaba.

Al tiempo, acusaba al Consell de «faltar a la verdad» en su lectura de la sentencia. «Creo que me culpa a mí y he leído la resolución y es bastante más larga. No me parece bien y no lo comparto». Su postura era la de no recurrir, pero para negociar un nuevo ERE.

Mientras tanto, siguiendo el ejemplo de los trabajadores de la televisión griega, algunos se organizaban para permanecer en la sede por si a alguien se le ocurría tomar el edificio por la noche y cancelar las emisiones.

El argumento de la Generalitat para su drástica decisión es económico, de acuerdo con su comunicado: «La readmisión de más de mil empleados hace su continuidad [la de RTVV] inviable, pues sólo el coste de los gastos de personal de una plantilla de 1.700 trabajadores supondría aproximadamente 72 millones de euros». Su prioridad, añadía, es «garantizar una sanidad, una educación y unos servicios sociales de calidad».

El Consell apuntaba además a la responsabilidad de Vidal por su rescate de 186 técnicos en agosto para evitar el «colapso» de las emisiones. Eso, y la aplicación de un criterio social para sacar del ERE a otra media docena de personas. Medidas que no tuvieron en cuenta a los ya despedidos y que, según la sentencia, vulneraron el principio constitucional de igualdad.

No obstante, el fallo señala que los directores anteriores también «alteraron» los listados para no despedir a algunos empleados (las «voces» de la radio o cargos de Canal 9). Asimismo ve «imprevisión» en el retraso de la externalización y del contrato programa. Y constata que no hubo margen para negociar y que los términos del ERE estaban «acotados de antemano». Pero en todo esto, la Generalitat no entró ayer.

La primera televisión autonómica que desaparece

La Comunitat Valenciana marcará un hito en la extinción de su televisión pública. El referente más próximo es el de Grecia, cuyo gobierno anunció en junio el cierre de la televisión pública y el despido de sus 2.600 empleados. No obstante, lo que ha hecho al final es crear un nuevo canal con una cuarta de empleados, algunos de ellos procedentes de la televisión clausurada. En España, lo más parecido „pero sin llegar al cierre„ fue lo sucedido con 7RM (la cadena murciana), que en el verano de 2012 se quedó solo con los informativos en antena, mientras se privatizaba el resto de la programación. La amenaza del cierre pende por otra parte sobre Telemadrid, ya que el presidente autonómico ha dicho que la clausurará si el Supremo anula su ERE.

Una medida que sorprende fuera de la C. Valenciana

El vicepresidente y portavoz del Consell, José Císcar, compareció anoche en el canal 24 horas de Televisión Española (TVE) y en dos cadenas privadas de radio estatales para intentar explicar la decisión adoptada por el Ejecutivo de Alberto Fabra. El dato da cuenta de la atención generada fuera de la Comunitat Valenciana por una decisión inesperada „por su rapidez, especialmente, ya que advertencias previas las había habido„ y sorprendente en el panorama español.

La noticia abrió los informativos nocturnos de la práctica totalidad de las emisoras de radio españolas, en las que también se oyó la voz del comité de empresa.

En este sentido, la decisión de cerrar supone un «fuerte golpe» para los medios de comunicación valencianos y un «mal precedente» para el resto de medios españoles, aseguraba anoche el presidente del Foro de Organizaciones de Periodistas, Mariano Rivero. Este hizo un llamamiento a los grupos parlamentarios valencianos para que traten de evitar «por todos los medios» el cierre.

En el terreno local, el presidente de los actores y actrices valencianos, Ferran Gadea, aseguraba que el cierre supondrá «prácticamente el fin de la profesión en la Comunitat Valenciana». «Tendremos que emigrar o dejar de dedicarnos a esto, que tanto les ha molestado siempre», lamentó el Tonet de l´Alqueria Blanca.