"La imagen que España está dando es de vergüenza", dice Ana Lafuente, una estudiante de Erasmus de Comunicación Audiovisual en Lyon (Francia) y que afirma que, aunque se alegra de "la marcha atrás en la decisión de Wert", sus compañeros de otras nacionalidades "no se creen" lo ocurrido.

Ana, al igual que otros muchos universitarios españoles del programa Erasmus, pensaba hasta ahora que quizá debería regresar a casa al saber que no podría recibir la ayuda complementaria del Gobierno por no haber tenido una beca general universitaria el curso pasado. Insiste desde Lyon: "La imagen de España es muy mala, es malísima".

La reacción de Ana se produce al poco de conocer que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, haya anunciado esta tarde en los pasillos del Senado que todos los alumnos que este curso tienen una beca Erasmus van a recibir la ayuda complementaria del Gobierno prevista inicialmente, y que, según la orden ministerial del pasado 29 de octubre, solo iban a percibir aquellos que hubieran sido beneficiarios de una beca general universitaria el año pasado.

"Iba a intentar no volver y apretarme mucho el cinturón", dice por su parte desde Benevento (Nápoles) Irela Redondo, otra estudiante afectada en un primer momento por la medida de Educación.

Pero tras el cambio de opinión de Educación, Ana Lafuente ha mostrado su "orgullo" por la movilización de los estudiantes que desde ayer habían copado las redes sociales, especialmente Facebook, para rechazar el requisito incluido por el Ministerio en el BOE para poder optar a la ayuda complementaria del Estado, que va aparte de la de la UE y de las que conceden algunas comunidades.

Los alumnos españoles afectados estaban pensando en concentrarse ante las embajadas españolas en los distintos países y, además, la iniciativa de la estudiante Laura Zornoza en www.change.org, había recibido ya más de 190.000 firmas en contra de la medida inicial del Ministerio.

Lafuente, que es de Logroño pero alumna de la Universidad Politécnica de Gandía (Valencia), resalta que su compañera de piso francesa en Lyon u otros estudiantes de distintas nacionalidades que ha conocido en Francia "no se creen" los vaivenes sucedidos en este tema.

Ana asegura que fue una "sorpresa muy desagradable" enterarse a mitad de curso; y desde Italia Irela enfatiza: "Lo peor fue que no nos notificaran el cambio antes de venir".

Irela, que es asturiana, tiene 25 años y estudia Telecomunicaciones, comenta que cuando se fue en septiembre a Nápoles contaba al mes con los 115 euros de la UE más los 200 euros del Principado de Asturias y, por supuesto, con los alrededor de 100 euros del Ministerio para unos gastos que incluyen, por ejemplo, 200 euros una habitación en piso compartido más gastos de luz y agua, además de comida y transporte.

Similar opinión sobre el tema tiene Alejandro Lauzurica, un alumno de la Universidad Politécnica de Barcelona de 23 años que lleva desde septiembre en la ciudad alemana de Kaiserslautern cursando quinto de Ingeniería industrial.

"Lo más ruin" ha sido conocer el nuevo requisito el 3 de noviembre, cuando ya los estudiantes están apuntados a Erasmus, asevera Alejandro, aunque él reconoce que se marchó a Alemania contando solo con la ayuda de sus padres y los 115 de la UE; ésta última se traduce en dos pagos de 990 y 260 euros en noviembre-diciembre y en junio, respectivamente.

Sin embargo, sí había pedido la ayuda complementaria del Estado, porque 100 euros puede suponer la mitad de lo que pagas por una habitación al mes (unos 230 euros).

Frente a la opinión de muchos de que los estudiantes se apuntan a Erasmus para divertirse, Ana desde Lyon recalca que los estudiantes que se apuntan a Erasmus "están haciendo algo importante" para ellos y para España en general, pues mejoran, por ejemplo, su nivel de idiomas, aspecto muy necesario entre los españoles.