La Conselleria de Sanidad ha sido condenada a indemnizar con 125.930 euros a la madre de un joven de 16 años con parálisis cerebral, que murió de una perforación gástrica por peritonitis tras un diagnóstico "erróneo" y al no recibir la "asistencia sanitaria requerida por sus dolencias".

La sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, contra la que cabe recurso, estima parcialmente el recurso interpuesto por la madre del menor contra la Resolución de la Consellería de Sanidad que le otorgaba una indemnización de 24.000 euros.

El caso ha sido tramitado por los servicios jurídicos de "El Defensor del Paciente", cuya presidenta, Carmen Flores, ha criticado que el fallo solo otorgue una indemnización y "no inhabilite" al personal sanitario "que no atendió al paciente".

La muerte del menor se produjo a las 16.30 horas del 12 de febrero de 2005 en el Hospital de Requena, tres días después de que acudiera a su centro de salud en Ayora por sufrir un dolor de estómago y le diagnosticaran una gastroenteritis.

Así lo ha relatado en rueda de prensa la madre del menor, Josefa Martínez, de 55 años, quien ha explicado que al hacerse cada vez más agudo el dolor, decidió trasladar a su hijo al Hospital de Requena la noche del 11 de febrero.

Según Josefa, "metieron a mi hijo en un box, entregué a los sanitarios su historial y ya no le hicieron caso hasta las diez de la mañana del día siguiente, cuando le hicieron una ecografía y me confirmaron que lo tenía 'todo reventado por dentro'".

"Fue horrible lo que pasó mi hijo hasta morir, tenía que sujetarle porque se tiraba de la camilla y de los pelos", ha explicado Josefa, que ha indicado que aunque su hijo tenía problemas para hablar por su parálisis cerebral "yo entendía lo que quería decirme con gestos".

Tras confirmar la radiografía que sufría una perforación gástrica fue llevado al quirófano para ser intervenido quirúrgicamente, aunque sobre las 16.30 horas falleció en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital.

"Con mi hijo hicieron un experimento, como hicieron los nazis, ver cuánto dolor podía aguantar. Lo que él sufrió no se lo merece nadie", ha afirmado Josefa Martínez, quien ha reiterado que murió "en la más absoluta desatención".

La sentencia señala que fue "erróneo el diagnóstico de gastroenteritis que se mantuvo pese a la sintomatología" y que hubo "privación de la asistencia sanitaria requerida por sus dolencias".

Carmen Flores ha criticado que tras la muerte del menor los profesionales sanitarios no acudieran a la madre "a pedirle perdón" porque ha considerado que "ni un perro merece la desatención" que tuvo el joven fallecido. "Dejar que reviente a base de sufrimiento es para coger a este personal y meterlo en la cárcel", ha dicho.

Flores ha pedido que cuando se produzcan casos como éste sea la propia administración la que "inhabilite a los profesionales", ya que, ha agregado, "vemos impensable que los metan en la cárcel".

También ha denunciado que en los hospitales públicos españoles están negando a los pacientes las historias clínicas, cuando por ley tienen la obligación de darlas, y ha señalado que con los recortes sanitarios "están aumentando espectacularmente" el número de denuncias o quejas por negligencias sanitarias.