Un pulso en toda regla al Consell, con el apoyo de la mayoría de los trabajadores y el comité de empresa al frente. Es el desafío que ha planteado la directora general de RTVV, Rosa Vidal, al alentar la emisión de un programa especial realizado por los trabajadores para explicar el cierre, los motivos y los silencios que durante tres lustros han adobado los desmanes, despilfarros y excesos. En una reunión de Vidal con el comité de empresa, se ha decidido suspender la rejilla de programas pautada para dar paso a la improvisación desde la honda indignación que, fuentes del comité aseguraron que siente tanto Vidal como los empleados.

Las manipulaciones, las presiones políticas en los gobiernos del PP y los escándalos y casos de corrupción que salpican al partido que gobierna tendrán cabida sin censuras. Y todas las opinones y reacciones de entidades de la sociedad civil, así como partidos políticos que se han pronunciado en contra de la liquidación de Canal 9. Vidal anunció a la plantilla que estará al lado de los trabajadores hasta el final, justo hasta el instante en el que tenga que estampar la firma en el acta de defunción. Un papel que, avanzó, no está dispuesto a desempeñar. «Que pongan a un liquidador», comentó a su entorno.

Desde toda la tarde RTVV ha emitido un programa especial con multitud de conexiones en directo con la Plaza de la Virgen donde se desarrollaba una concentración contra el cierre de la cadena. En los estudios, catedráticos, periodistas y extrabajadores de la casa como Jordi Payà o Clara Castelló censuraban la liquidación del ente. Ya en el informativo de las 20.30, una redactora desde la estación de metro Joaquín Sorolla-Jesús recordaba el accidente de 2006, en el que murieron 43 personas, y reveló que "desde el despacho de la Generalitat" se les ordenó "silenciar las causas del siestro".