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Uno de los aspectos en los que más están incidiendo los trabajadores de RTVV es en que, con su desaparición, las fiestas ("els arrels") se pierden de forma irremediable. Resulta indudable que las fiestas, y especialmente las fallas, se verán resentidas en su difusión local.

Para las fallas, Televisión Valenciana es o era una ventana de difusión indudable. Con ella se colaron en los hogares valencianos actos a los que era casi imposible asistir, como las presentaciones de las falleras mayores de Valencia, a lo que siguió después la transmisión íntegra de la elección de la corte de honor. Y dentro del programa de festejos se convirtieron en liturgia las "mascletaes" de mediodía, desde el 1 al 19 de marzo, así como la "cremà". El rito del fuego se convirtió en un especial informativo de primer orden, en el que se conectaba una tras otra con diferentes fallas para asistir a su quema. Se echaba en cara, por contra, el poco caso que se prestaba a la fiesta durante el resto del año, más allá de un programa semanal de fiestas. La radio, igual de restringida en épocas anteriores, había dado ya un espacio diario en el programa "Cadafal" de Alejandro García.

Las comisiones de falla también salen perdiendo. Y especialmente, las de la Federación de Sección Especial, que ven como el cierre puede acabar con una fuente ingresos importante. Canal 9 era el resorte que tenía la Generalitat para subvencionar las fallas de la máxima categoría sin que se notara demasiado. El convenio con el ente público significaba, en el último reparto, un ingreso para cada comisión de 10.000 euros, más otros diez mil para la falla ganadora del primer premio.

Fuentes consultadas por este diario confirmaron que las comisiones de la Federación iban a cobrar en breve lo correspondiente al año 2012, que había sido asignado dentro del Plan de Pago a Proveedores. Sin embargo, lo que peligra es la asignación de 2013, cuyo convenio no estaba firmado todavía y que, si se confirma el cierre absoluto, puede irse al traste.

Este contrato se justificaba en una exclusiva de derechos de imagen. Aunque bien es cierto que, salvo en una ocasión, las fallas de Sección Especial no se plantearon cobrar por dichas imágenes -en concreto, no dejar pasar cámaras al interior de los ruedos-, esta exclusividad no se había llevado a efecto, pero era lo que daba razón de ser al convenio.

Estas fallas pierden otro intangible: la publicidad gratuita. Esto afecta también de forma especial a determinadas comisiones. Por ejemplo, a Sueca-Literato Azorín o Cuba-Literato Azorín, cuyo encendido de luces se ofrecía en directo, algo que ayudaba a "vender" el producto. También contribuía a la difusión de grandes espectáculos como los montajes de "plantà" de Na Jordana o similar.

Canal 9 también convocaba un concurso para todas las fallas, consistente en premiar económicamente (hasta 3.000 euros) la mejor escena dedicada al ente, y que era elegida por un jurado compuesto por profesionales de la propia televisión. Este concurso daba, ademas, la opción, materializada casi siempre, de ofrecer la "cremà" en directo.

Si hay un evento que llegó a propiciar una transmisión única es la Ofrenda, que se emitió durante varios años de forma íntegra. Más aún: esas incontables horas podría luego contemplarse en la página web, dividida en bandas horarias. Incluso se llegó a comercializar la venta de DVDs al precio de 15 euros.

Escenario de huelgas y protestas

Prueba de la importancia de las fallas de cara a la audiencia fue el hecho de que se utilizaran cuando en RTVV empezaron los problemas. Así, dos jornadas de huelga se hicieron coincidir con el 19 de marzo, con lo que las "cremaes" de 2012 y 2013 no existieron a través de la pequeña pantalla. La "mascletaes" municipales, como "protestódromo", fueron utilizadas por los trabajadores para quejarse por el ERE que iba a llegar. Las acciones llegaron incluso al extremo de utilizar espejos para intentar molestar la visión al cámara y a la periodista Eva Altaver cuando locutaba las noticias desde el balcón municipal.