«Sicario», «killer», «verdugo», «mercenario». La oposición despellejó ayer dialécticamente a Ernesto Moreno, el director general de RTVV nombrado provisionalmente por el Consell el día 7 tras la dimisión de la exdirectora, Rosa Vidal para recuperar el control de la cadena ante la «autogestión» de los profesionales y pilotar el proceso de fundido a negro de Canal 9 a partir del 27. Moreno acudió a la comisión de RTVV de las Corts para cumplir el trámite de audiencia previa de cara a su designación formal por el pleno. Y allí lo esperaba la oposición. «¿De qué calaña es alguien capaz de aceptar este encargo?», se preguntó Ignacio Blanco, de EU, para compararlo con los protagonistas de «Pulp Fiction» y el «señor Lobo»: «Le han encargado, como si fuera un pistolero, liquidar RTVV y a 1.700 trabajadores, y hacer desaparecer el cadáver». Y se refirió a él como «sicario, 'killer', mercenario». Pero, en su opinión, «no es de peor calaña que Fabra y Císcar; usted simplemente acepta mancharse las manos».

El socialista Josep Moreno, quien lo equiparó a «El verdugo», de Berlanga, lo instó a aclarar: «¿A cambio de qué? ¿Cuál es su precio? ¿Lo podemos igualar?». También le avisó: «Tenga cuidado con lo que firma; se le está poniendo cara de banquillo». Enric Morera, de Compromís, cuestionó la legalidad del nombramiento y le afeó que «en lo que es un 'crack' es en embolsarse 30.000 euros del finiquito del Palau de les Arts», de donde procede. La popular Sagrario Sánchez atizó a la oposición pero no expuso ningún mérito de Moreno para el puesto.

El director general, con pulso tembloroso, señaló que la misión que le ha «encomendado» el Consell es para «liquidar» RTVV, una labor que espera cumplir «de la forma más eficaz y teniendo como prioridad la preocupación por los trabajadores». «No soy un director al uso», admitió y, ante el cuestionamiento de su designación, dijo: «Me siendo provisionalmente legitimado». «¿Duerme usted bien por las noches?», lo inquirió Blanco. Y Moreno, con voz quebrada, se confesó: «No duermo por las noches porque soy una persona. Y me pongo en el lugar de las personas que tampoco duermen por las noches», en referencia a los trabajadores despedidos. Pese a chaparrón, tras la comparecencia acudió con gesto compungido a dar la mano a los portavoces de la oposición.