La Comisión General de Educación que vertebra la cooperación entre el Ministerio de Educación y las autonomías aprobó ayer por unanimidad la tramitación del Real Decreto que da vía libre a que el «cant d'estil valencià» se enseñe en los conservatorios profesionales de música de la Comunitat Valenciana. La bendición del ministerio de José Ignacio Wert a la propuesta remitida hace 18 meses por la consellera Mª José Català permitirá que el «cant d'estil» se imparta en los conservatorios como un grado profesional de seis años, al igual que el piano o el violín.

«Estamos muy satisfechos porque ésta era una reivindicación histórica de los colectivos del 'cant d'estil' y es un gran paso para poder conservar la música tradicional valenciana y difundirla», defiende Català, que comenzó a promover este reconocimiento hace cinco años cuando todavía era alcaldesa de Torrent. Fue precisamente en el conservatorio de la capital de l'Horta Sud, que entonces dirigía el actual responsable de Culturarts, Manuel Tomás, donde se fraguó este reconocimiento.

Tras su llegada a la conselleria, Català, que nombró a Tomàs, subdirector general de Innovación Educativa, la reivindicación del «cant d'estil» adquirió rango de proyecto autonómico y fue elevada al ministerio. Tomás explica que la Generalitat aprobará un decreto autonómico que «regule el currículum» de esta nueva especialidad que la conselleria aspira empezar a impartir el próximo curso 2014/2015.

La introducción en las enseñanzas profesionales de música del «cant d'estil», único canto improvisado en Europa que incluye la figura del «versaor» que recita la letra de la canción al oido del «cantaor», según Català, «favorecerá una nueva generación de 'cantaors' y potenciará su estudio y protección».

El sueño de que el «cant d'estil» entre en el conservatorio es una demanda histórica de la Associació d'Estudis del Cant Valencià (AECV) que preside Manuel Marzal, hijo del «Xiquet de Mislata», una de las leyendas de esta tradición. Marzal destaca que el «cant d'estil» es «el único de los cuatro grandes palos del canto improvisado en España los otros son el flamenco, la jota de estilo aragonesa y la asturianada que aún no ha adquirido este nivel de protección».

De todos ellos, continua, «el 'cant d'estil' es el más importante patrimonio musicalmente hablando de la tradición oral, pues dentro de lo que es el depósito de la música de raíz andalusí es el que mejor conserva la melismática adorno sobre una misma vocal en notas sucesivas propio de la cultura oriental».

Purismo versus «riproposta»

La alegría de la AECV, que defiende las esencias más puras, contrasta con el rechazo a que el «cant d'estil» se regule en los conservatorios por parte de «cantaors» como Josep Aparicio, «Apa», uno de los referentes de la «riproposta» o la modernización de esta tradición para abrirla a los gustos actuales. «¿Quién decidirá qué profesores darán clases, o qué es 'cant d'estil' o no, si cada 'cantaor' tiene su estilo y hay mil formas diferentes?», se pregunta. Apa, que teme que a través de los conservatorios profesionales se trate de imponer «la forma de cantar de los antiguos», cree que el mejor lugar para «mantener vivo el 'cant d'estil' sería un conservatorio de música tradicional».

Tomás, que dice que la propuesta de Apa «no cabe en la ley que rige la enseñanza reglada de música», responde: «¿Por qué negar a la educación pública que acoja el 'cant d'estil'? Todas las autonomías han introducido sus cantos improvisados en los conservatorios y los valencianos no debemos perder ese tren».