La recogida de firmas de los diputados del PP de las Corts para solicitar el indulto al excompañero de escaño y exalcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, condenado a tres años de cárcel por falsedad documental y prevaricación en la adjudicación del servicio de basuras, ha provocado una grave crisis en el grupo que vuelve a poner en cuestión la autoridad del presidente de la Generalitat y del PPCV, Alberto Fabra. El líder popular desautorizó el lunes la iniciativa pero ayer, lejos de enmudecer, varios diputados salieron a la palestra para defender la medida de gracia y nadie, salvo el portavoz, Jorge Bellver, a última hora, salió para rectificar al parlamentario. «Si el señor Fabra dice que a él no le parece bien, será a él; a mí y a otros cuarenta y muchos [diputados del PP] sí nos lo parece», manifestó Ballester en los pasillos de la Cámara, mientras el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, señaló: «Tengo amistad con él, no es ningún delincuente y me gustaría, personalmente, que le dieran el indulto».

En las Corts, Ballester explicó que solicitó a otros compañeros del grupo que apoyaran el indulto para Hernández Mateo «a título personal y por razones humanitarias», y que no es «promotor de nada», sino que se limitó a trasladar a los diputados una iniciativa vecinal de Torrevieja para solicitar el indulto. Ballester recalcó que «no es una cuestión de partido, ni siquiera de grupo», sino «humanitaria, porque sé la situación física por la que atraviesa» Hernández Mateo. A la pregunta de si la iniciativa va en contra de la línea roja marcada por Fabra con los casos de corrupción, respondió. «No, porque yo admito la sentencia. Pero además de miembro del grupo popular soy socio del Real Madrid, presidente del Casino de Orihuela, muchas cosas, y no por eso tiene que revertir [en el grupo]. Es una actitud personal; las líneas rojas están muy claras y el que las sobrepase que caiga sobre él el peso de la justicia».

¿Prevaricación es corrupción?

En este sentido, reiteró que «si hay una situación similar en mi grupo o en el de enfrente con las mismas circunstancias en las que está Hernández Mateo, yo lo volvería a hacer», y recordó que el exalcalde socialista de Orihuela Vicente Escudero firmó el indulto para Luis Fernando Cartagena, quien le arrebató la alcaldía. Inquirido por los periodistas, Ballester aseveró que él no es partidario de que a los corruptos se les indulte y se dirigió a un informador para preguntarle qué entendía él «por un corrupto». «Un condenado por prevaricación», le respondió el informador, a lo que el popular apostilló: «Eso es un corrupto... pues yo no soy partidario de que la gente entre en la cárcel». ¿En todos los casos? «No, solo en determinados casos». Es lo que piensan muchos parlamentarios: que la condena por prevaricación no es corrupción y que la sentencia no dice que se llevara dinero.

Referente de los campsistas

Ballester, uno de los referentes de los campsistas en las Corts, quiso desvincular la iniciativa de cualquier operación política pero muchos la esgrimían ayer para debilitar la posición de Fabra. Otros, en cambio, arremetían contra el alicantino, al entender que un diputado «no es quien para enmendar la plana al presidente». Otros elevaron el dardo hacia Bellver al no ser capaz de frenar la polémica y dar una imagen de «descoordinación y desgobierno» del grupo. En la diputación, Rus ratificó su apoyo a la petición de indulto y defendió que «no es ningún delincuente». «Yo firmé y me ratifico», proclamó, para destacar que la recogida de firmas «se hizo a nivel personal y no de partido». A la pregunta de si la iniciativa supone «plantar cara» a Fabra y a su línea roja contra los casos de corrupción, lo rechazó alegando que, si hubieran querido «plantar cara, lo hubieran aprobado en un comité ejecutivo».