El pleno del Consell podría aprobar hoy o a lo más tardar la semana que viene un acuerdo de no disponibilidad del gasto en lo que sería el segundo tijeretazo en los presupuestos de la Generalitat de 2013 tras el último requerimiento del Ministerio de Hacienda en el que exige más recortes para poder cumplir el déficit del 1,6%. Tal como informó este diario, Madrid reclama a la Generalitat un ajuste de al menos 389 millones de euros tras llegar a la conclusión de que Valencia puede ser la comunidad que más lejos se quede del cumplimiento del objetivo de déficit.
El informe de seguimiento de los planes económicos financieros de las comunidades correspondiente al segundo trimestre revela que la medidas de contención de gasto acordadas a lo largo del año por el Ejecutivo de Alberto Fabra, así como las relativas a los ingresos resultan insuficientes. En base a la ley de estabilidad se reclaman nuevas medidas.
La Conselleria de Hacienda se ha puesto ya manos a la obra y está cerrando un acuerdo que, sin embargo, difícilmente responderá a las exigencias de Madrid desde el punto de vista de las cifras, aunque al menos podría suavizar la desviación en el déficit. El recorte de 389 millones resulta difícil cuando las cuentas públicas se encuentran ya en su fase final. De hecho, el año pasado por estas fechas el Consell ya había publicado la orden de cierre del presupuesto. Ambas medidas, por tanto, van a coincidir en el tiempo. El problema que tiene Hacienda es que a dos meses de acabar el año, son pocos los créditos que no estén ya comprometidos. El departamento de Moragues está peinando los distintos programas presupuestarios y ha comunicado a las conselleries que tendrán que cerrar el grifo. Al margen del efecto real sobre las cuentas públicas, el Consell tendrá que enviar al Ministerio de Hacienda el acuerdo plenario en el que se consuma el tijeretazo.
El Consell adoptó el primer acuerdo de no disponibilidad de crédito al finalizar el primer trimestre de 2013. El acuerdo implicó recortes de hasta el 30 % de las partidas consignadas en los capítulos IV (subvenciones), VI y VII (inversiones). De este hachazo se salvaron aquellos créditos destinados a la cobertura de servicios básicos y se excepcionaron otras transferencias puntuales como las ayudas a las bandas de música. El informe del Ministerio de Hacienda revela que el Consell aprovechó la flexibilización del déficit (del 1,3 al 1,6 %) aprobado en julio para anular otros tijeretazos. Ahora, sin embargo, tendrán que hacerlo in extremis y sin apenas margen.
