El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, recogió ayer el espíritu de la posición que sostiene el presidente de la Generalitat Alberto Fabra y defendió en el Pleno del Congreso que el modelo de financiación sirve para sufragar los servicios públicos que prestan las comunidades, tales como sanidad, educación y servicios sociales. Añadió que el nuevo modelo debe debatirse en términos de solidaridad entre regiones. Durante una interpelación, Montoro pidió "desmitificar" la solidaridad interregional porque puede llevar a "una frustración segura", ya que, según reconoció, los diferentes sistemas de financiación autonómica sucedidos en España no han contribuido a reducir las diferencias entre comunidades.

"Aun apareciendo en los estatutos de autonomía, quiero desmitificar el concepto de solidaridad interregional", afirmó Montoro durante el debate con el diputado de CHA Chesús Yuste. Según argumentó, en España los sistemas de financiación no cubren la solidaridad entre regiones, algo que sí sucede por ejemplo en Alemania, y "cubrirían más la solidaridad entre personas".

Las palabras del ministro de Hacienda fueron acogidas con entusiasmo en el Consell, ya que coinciden con la tesis defendida por Fabra y que un día antes había tenido ocasión de exponer en Madrid en presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Incluso la alusión del ministro al sistema alemán entronca con algunas de las sugerencias recogidas en el informe elaborado por los premios Jaume I y que el Ejecutivo valenciano quiere que sea el referente cuando se cambie el sistema definanciación.

Montoro sostuvo que en España "los presidentes autonómicos deben alejarse de estos enfrentamientos porque el debate debe centrarse en construir entre todos un sistema de financiación que garantice los servicios públicos en los distintos territorios". "Llevamos 35 años de democracia con diferentes sistemas financiación y las diferencias regionales en renta per cápita han permanecido y son altas", reconoció el titular de Hacienda. "Eso es motivo de preocupación del Gobierno. Estos mecanismos no sirven y los debates de solidaridad llevan a una frustración segura", añadió. Pese a ello, sí que ha concedido que deberá contemplar las especificidades de cada región, como por ejemplo las de Aragón, con un alto índice de dispersión y envejecimiento poblacional.

Ahora bien, el ministro dijo que acometerá la reforma en el segundo semestre del próximo año. "No hay duda de la necesidad de reformarlo", añadió, si bien insistió en que antes "debe consolidarse la recuperación económica de España y empezar a crecer". Hacienda dejará finalmente para enero la presentación de la evaluación del actual sistema y la publicación de las balanzas fiscales.